
La Federación Provincial de Cofradías y la Asociación Galega de Depuradores solicitará una reunión formal con la directora del Intecmar, Covadonga Salgado, para intentar que desde la entidad pública se faciliten informes más detallados y muestreos y analíticas sobre las distintas especies en lo referente a las biotoxinas marinas. Representantes de las dos entidades –entre los que estaban el patrón mayor de Cambados y el de A Illa, Ruperto Costa y Juan José Rial Millán– mantuvieron un encuentro en Conxemar en el que coincidieron en que las biotoxinas que se están detectando en la costa gallega son cada vez más virulentas y que no solo afectan a los polígonos de bateas, sino incluso a bancos marisqueros. Lo que esto provoca es el cierre –muchas veces durante un largo período de tiempo– de la extracción con la consiguiente pérdida de ingresos para el sector.
Es por ello que desde la Federación Provincial y desde Agade entienden que es necesario “estudiar algunas medidas que contribuyan a minimizar o paliar los efectos de las prohibiciones de extracción”. Medidas que, entienden, deben ser consensuadas con el sector.
Las dos entidades no hablan de los períodos de toxina que suelen darse de forma periódica en ciertas épocas del año, sino de episodios “de carácter excepcional” que son mucho más virulentos y con mayor afectación. En este sentido el sector cree que lo que debe hacerse es estudiar más en detalle las zonas de producción más afectadas y de mayor extensión para establecer “subzonas” dentro de ellas en función de “su distinta afectación por los episodios tóxicos”. Eso sí, insisten en que siempre “manteniendo los altos estándares de salvaguarda de la salud pública fijados en la legislación”. Indican que si hay seguimiento por subzonas podrían seguir comercializándose los productos extraídos de aquellas menos afectadas.
Habilitar un seguro
El sector también solicitará a la Consellería do Mar que se ponga en marcha un seguro que cubra los costes derivados de las devoluciones de producto ya extraído cuando se produzca el cierre de una zona abierta. “Cierre posterior a los trabajos de extracción debidamente autorizados y con independencia de dónde se localice el producto una vez materializado el cierre por parte del Intecmar”, aclaran. Dice el sector que para ese seguro podría seguirse un modelo similar al ya establecido por la Consellería para el Seguro del Mal Tiempo.
En la Ría de Arousa –y desde hace ya semanas– están cerradas a la extracción dos zonas de bateas de Ribeira, así como tres en Cambados y varias en O Grove. De momento no hay afectación de las zonas de extracción marisquera propiamente dicha, algo que sí ha ocurrido en la Ría de Pontevedra, de ahí el temor a que siga expandiéndose.