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Vilagarcía

Luz verde a gravar las viviendas turísticas en Vilagarcía: La izquierda las califica de "problema" y la derecha de "oportunidad"

El gobierno local esgrimió un informe de Urbaser para justificar la subida en la tasa de la basura

El pleno de Vilagarcía debatió la actualización de las ordenanzas fiscales
El pleno de Vilagarcía debatió la actualización de las ordenanzas fiscales
Mónica Ferreirós

Ya es oficial. Las viviendas de uso turístico pagarán a partir del 1 de enero más en el recibo de la basura que el resto de hogares de Vilagarcía. Los votos del PSOE, del BNG y la abstención de Esquerda Unida sirvieron para sacar adelante una modificación de la ordenanza que – según insistió el propio alcalde, Alberto Varela– no es más que el primer paso para regular un servicio que todos coinciden que está tensionando al máximo el mercado de la vivienda en la capital arousana. El posicionamiento de los partidos de izquierdas no sorprendió, dado que este ya había sido expresado en más de una ocasión por sus líderes.

La portavoz del gobierno, Tania García, fue la encargada de defender estos cambios fiscales. Para ello esgrimió un informe encargado a la empresa adjudicataria del servicio de recogida de basura, Urbaser, en el que se recoge que el aumento de toneladas de residuos en la época estival (que coincide con mayor presencia turística en la ciudad) es exponencial. También –dice ese mismo informe– “se recicla moitísimo menos, porque os que están de vacacións non teñen os mesmos hábitos que a xente que vivimos aquí todo o ano”.

La nota discordante

El que no había hecho pública su posición al respecto hasta la sesión plenaria es el Partido Popular. Su portavoz, Ana Granja, aseguró en su intervención que la propuesta busca “castigar a las viviendas de uso turístico y solo para recaudar 19.000 euros más al año de los más de tres millones que supone esta tasa”. Acusó de alarmismo a las filas de la izquierda y aseguró que gravar a las viviendas turísticas lo que va a hacer es expulsar a los turistas de la ciudad. “Vilagarcía tiene las plazas hoteleras que tiene, las mismas desde hace diez o quince años, y lo que hacen los que vienen a esos grandes eventos de los que ustedes tanto presumen es tener como única opción alojarse en esas viviendas. ¿Quieren entonces que se marchen para otros municipios?”, declaró Granja.

De hecho insistió en que “otros concellos abren sus puertas a todo lo que rechaza Vilagarcía. Los turistas van a venir a O Salnés igual, pero se van a ir a dormir a otro municipio”.

Las palabras de la formación conservadora fueron rebatidas por los tres partidos de la izquierda. Alberto Varela puso datos sobre la mesa para señalarle al PP que “os datos están aí. Non é certo ese modelo catastrofista do que falan. A Vilagarcía vén máis xente ca nunca, temos máis empresas ca nunca e temos menos paro ca nunca. Non é así como din”. El regidor socialista se mostró “asombrado polas cousas que din” y reconoció que “non, non nos vai solucionar o problema da vivenda subirlles as tasas, pero nos próximos meses haberá máis novidades”.

Recriminacións

En lo que sí coincidieron izquierda y derecha (en concreto EU y PP) fue en recriminarle al gobierno local su cambio de criterio respecto de las ordenanzas que puedan afectar a las VUT. El portavoz de Esquerda Unida, Juan Fajardo, recordó que “fai xusto un ano vostedes como goberno dicíannos que as viviendas turísticas xeraban menos lixo que unha habitual e agora traen a pleno unha ordenanza que di exactamente o contrario”. Recalcó que “hoxe asumen punto a punto o que diciamos nós naquel momento, que existía un trato de favor sobre as VUT”. De hecho pidió una disculpa al primer edil e incidió en que “só bastaba mirar ao arredor e escoitar á xente para ver que se estaba cometendo un erro”. El izquierdista también replicó al Partido Popular, al que recordó que “as vivendas turísticas non son unha oportunidade, son un problema, porque están expulsando á clase traballadora, que non pode vivir aquí”.

El toque de atención al gobierno de EU fue muy similar al empleado por el PP, que aseguró que esta modificación es “una enmienda a la totalidad a lo aprobado el año pasado” y “el fiel reflejo de su forma de gobernar”. De hecho los conservadores subrayaron que “un año después hacen justo lo que les pidieron en 2024 llevándose ustedes mismos la contraria. Lo hacen como rendición ante un BNG para conseguir aprobar unos presupuestos diez meses más tarde y que solo van a estar vigentes durante un mes”.

"Un primeiro paso"

Por su parte el BNG sumó como propio el triunfo de haber logrado un gravamen para las viviendas turísticas, consciente de que fue precisamente una de las cuestiones exigidas para dar su apoyo al presupuesto de este 2026. Eso sí, su portavoz, Xabier Rodríguez, declaró que “este é só o primeiro paso, dado que as accións deben seguir coa creación, por exemplo, dun rexistro de vivendas turísticas que, cada vez máis e debido á climatoloxía, non só se cingue o seu uso xa aos meses de xullo e agosto, senón que se amplían a outros meses do ano”. El nacionalista se apoyó – al igual que hizo el gobierno– en el informe de la empresa de limpieza convencido de que “está demostrado que se xera máis lixo e que, ademais, hai menos concienciación á hora de reciclar. Non é certo iso de que se consuma fóra e nas viviendas nada”.

En todo caso la modificación de la tasa de la basura no fue lo único que se debatió en la sesión plenaria, dado que la Corporación también habló sobre el esto de ordenanzas fiscales que entrarán en vigor de cara al año 2026. Los conservadores votaron a favor de todas ellas –excepto la citada de la basura– y Esquerda Unida se abstuvo. Partido Socialista y BNG coincidieron a la hora de levantar la mano en estos puntos de índole económica.