PRESIÓN DE LA CIUDADANÍA
La presión de la ciudadanía ha forzado al Gobierno local de Vilagarcía a desistir de su idea inicial de establecer la Zona Azul de pago en el centro de la ciudad. La defensa a ultranza que los responsables municipales realizaron de esta cuestión ha mudado ahora por la comprensión hacia los colectivos que más protestaban al sentirse directamente afectados por la medida, como pueden ser los comerciantes. El cambio de actitud, explicado ayer por el alcalde en una comparecencia pública, es loable. Al menos ha sabido escuchar a la ciudadanía. Es algo que no siempre ocurre y que es justo valorar. Sobre todo porque incluso tenían un presupuesto elaborado de lo que se podría recaudar por este concepto. Ahora, la cantidad asignada, 250.000 euros, pretenden conseguirla a partir de las sanciones captadas por las cámaras y por los radares en diferentes puntos de la ciudad.
