
Un centenar de trabajadoras de Cuca fueron las encargadas de llevar ayer a Santiago la petición del mantenimiento de la conservera en Vilaxoán acompañadas de 12.000 firmas de apoyo recogidas en apenas quince días por toda la comarca. No lograron su objetivo: Reunirse con el presidente de la Xunta de Galicia para tratar de que se implique en el conflicto laboral, pero aseguran que esto no ha hecho más que empezar y que seguirán insistiendo. De hecho, volvieron a registrar una nueva petición de encuentro con el máximo mandatario gallego acompañado de las rúbricas que piden también su implicación.
Las trabajadoras mantuvieron su protesta durante cerca de dos horas con corte de tráfico incluido que obligó a intervenir a la fuerzas de seguridad, mientras en Vilaxoán un grupo de operarias eventuales mantenían la guardia de la nave.
El portavoz de Comisiones Obreras, Francisco Vilar, lamentaba ayer que el Grupo Garavilla “quiera dividir y comprar a las trabajadoras con dinero” haciendo referencia a los 700 euros anuales que el grupo entregará a las trabajadoras como primas de productividad. Así, señalaba que “no se está valorando el esfuerzo de las trabajadoras que no están luchando ni por más dinero ni por un medio de transporte sino porque se mantenga la actividad productiva en Vilaxoán a corto y largo plazo”. En este sentido, Francisco Vilar advierte que “son conscientes de que no puede haber más despidos en una comarca que ya está castigada por el desempleo con más de 13.000 parados”.