
La presentación de un nuevo reglamento municipal amenaza con extender de nuevo la polémica en Vilagarcía. El ejecutivo presidido por Tomás Fole presentaba el lunes a los portavoces un documento que regula oficialmente lo que ya se había anunciado meses atrás. Se cobrará por el uso de los locales culturales (Auditorio, sala Rivas Briones, Salón García etc) y se establecerán limitaciones en cuanto a horarios y mantenimiento de los centros socioculturales. Además se introduce la posibilidad de los trabajadores del Auditorio de expulsar directamente a aquellos que incumplan las normas establecidas en el reglamento. Entre ellas están las de fumar, comer, molestar al de al lado en un espectáculo o tomar fotos sin autorización. Las sanciones implican el pago de una multa de hasta mil euros y pueden suponer la expulsión de hasta dos años de cualquier recinto cultural (dependiendo de si la infracción es leve, grave o muy grave). Comer, fumar o sacar fotos sería una sanción leve (300 euros y expulsión de un mes); una grave sería lanzar elementos pirotécnicos o amenazar al personal municipal (600 euros y un año de expulsión); las muy graves tienen sanción de 1.000 euros y expulsión de dos años.
La potestad de ejecutar o no la expulsión recae en el personal municipal que esté en el Auditorio, algo que no acaba de entender la oposición vilagarciana que ya ha puesto el grito en el cielo al conocer el contenido de este documento.
dudas sobre los precios
Lo que todavía no ha querido adelantar el equipo de gobierno de Tomás Fole es la tabla de precios que se pondrá en vigor una vez que se apruebe una ordenanza fiscal complementaria al nombrado reglamento. El informe tampoco deja claro si las organizaciones sin ánimo de lucro también tendrán que abonar la tasa o si, por el contrario, algunas asociaciones van a estar exentas de pago. El reglamento también recuerda la limitación de horarios en las instalaciones, salvo que la organización de cualquier espectáculo requiera con anterioridad su ampliación.
Lo cierto es que el pago por el uso de las instalaciones no solo se limita al Auditorio, sino también a otros enclaves como la Praza da Peixería, el Salón García o la Rivas Briones. En esta última el Concello tampoco se hace responsable de la integridad de las obras que allí se expongan.
Salvo sorpresa de última hora el gobierno municipal sacará adelante este documento en el Pleno del lunes, mientras que la oposición considera que este informe se ha hecho totalmente “de espaldas” a los usuarios potenciales con los que tampoco se ha llegado a un acuerdo sobre los precios que se van a cobrar.
Los tres partidos (PSOE, BNG e IU) apuntan que el documento “censura” y que, además, sangra nuevamente a los mismos de siempre, a los ciudadanos. Su oposición será rotunda en la sesión del lunes que, a priori, se presenta movida en cuanto a debate, tanto por este como por otros asuntos que se prevén discutir.