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Vilagarcía

Garavilla vacía las oficinas de Cuca y apila la maquinaria desmontada en el recinto

El Grupo Garavilla sigue firme en su intención de traslado de la producción a O Grove. Los trabajos de desmontaje están ya casi finalizados. La casi totalidad de la maquinaria se almacena ya en el exterior de la nave mientras que las oficinas se encuentran vacías. Pero si la postura de la firma vasca es férrea todavía más es la de las trabajadoras que mantienen sus protestas y sus guardias de 24 horas en el exterior de la fábrica. “Sabemos que andan levando as mesas da oficina camufladas en palés de conserva”, advierten.

Pero esto no les preocupa, saben que es el traslado de la maquinaria lo que deben tratar de evitar con todos sus medios. “Unha vez que marchen as máquinas acabouse. Por iso, non o imos a permitir”, aseguran.

Las trabajadoras impidieron la entrada ayer por la mañana de una furgoneta con carpinteros

Los planes de la empresa están meriadianamente claros, pero prefiere ser discreta en sus movimientos. “Están desviando conservas para atender aos clientes, xa o facían antes”, advierten las trabajadoras de guardia.

La semana pasada el grupo introdujo dentro de la nave una grúa e incrementó el número de mecánicos dedicados exclusivamente al desmontaje de las máquinas. Sin embargo, por el momento continúan sin tener la autorización de la Consellería do Mar para proceder al traslado de la misma a O Grove. Un requisito imprescindible que pesa sobre las condiciones de las subvenciones otorgadas al grupo y que de alguna manera tranquiliza a las operarias de la fábrica que recuerdan el apoyo unánime del Parlamento gallego a la continuidad de la producción en Vilaxoán.

encontronazo

Las trabajadoras que ayer se encontraban en el turno de mañana impidieron la entrada de una furgoneta con la que unos carpinteros pretendían entrar en el recinto de Cuca para proceder al desmontaje del mobiliario. “Dixémoslle que si querían podían chamar á Policía, pero que nós non lle iamos a deixar entrar”, advierten.

Finalmente, optaron por coger las herramientas y entrar en la nave, pero sin coche, tal y como le requirieron las trabajadoras temiendo que dentro de la furgoneta pudiesen llevarse maquinaria. “Ao final ata firmaron no escrito no que pedimos o apoio da cidadanía para ter unha reunión co presidente da Xunta de Galicia”, dijeron.