El Concello elaborará un registro de demandantes de espacio en la nueva lonja para intentar agilizar las obras

La construcción de la nueva lonja de Riveira volvió a ser uno de los ejes principales en una nueva reunión del Consello Sectorial de Pesca. El Concello pretende elaborar un registro de solicitantes de espacios para compradores y transformadores, por lo que solicitará a Portos de Galicia que informe de las condiciones para adjudicarlos, como los tiempos de concesión, el valor del metro cuadrado o las tasas a aplicar sobre los mismos. Parece que con ello se pretende demostrar, según fuentes municipales, es el gran interés de esos profesionales por hacerse con alguno de los locales de la rula se destinarán a ellos, con la finalidad de que se agilice la ejecución de sus obras.
Un armador asistente a dicha reunión comentó que no entendía las razones por las que se construía la nueva rula teniendo en cuenta que poco a poco se están quedando sin flota y que sobrará ese edificio. A su salida de la reunión, el representante de IPdeR, Esteban Paz, manifestó que le parecía “vergonzoso” que se construyera una lonja faraónica con una inversión de 20 millones cuando llega con hacer algunos arreglos en la que hay, y mucho más ante un panorama en el que los problemas de los ciudadanos van en aumento e incluso ya funcionan algún comedor social en la ciudad.
Otro de los temas abordados en la reunión fue la necesidad de que se adopten medidas para garantizar los pagos en las transacciones con las vendedurías. En este sentido, se acordó analizar la posible modificación del reglamento actual de la lonja para que impere una mayor seguridad jurídica en esas operaciones. También se comentó la consecución de una actuación por parte de la Xunta para rellenar la zona del rompeolas del puerto exterior y ganar puntos de atraque. Esta medida no fue del agrado de algunos de los presentes, que creen que si cada vez que hay nordestada tienen problemas en la zona interior del muelle, mucho peor será por fuera. Desde el Concello se precisó que sería para embarcaciones de gran tamaño.
Además, se debatió la localización de un emplazamiento para estacionar los camiones, un asunto sobre el que el alcalde dio cuenta de sus gestiones, y se acordó dar el visto bueno a la última de las propuestas, que plantearon los propios transportistas, y que no es otro que la zona de estacionamiento entre la entrada al puerto a la altura de la rotonda de las Amas de Casa y un negocio de efectos de efectos navales.
Y se informó de los problemas derivados de los barcos de arrastre de otros países, como Portugal, que operan en los caladeros españoles bajo diferentes condiciones que las que rigen aquí, así como del malestar de sus propietarios por las numerosas inspecciones a los que los someten.