Un único triunfo en los últimos siete partidos ante su afición es el balance que lastra al Arosa en casa. Por eso el domingo ante el Mondariz la victoria no solo es fundamental para que los vilagarcianos no queden descolgados de la pelea por el ascenso, sino que también es importante para acabar con los fantasmas del Arosa en A Lomba. Un escenario donde ayer los de Lino González no entrenaron, con el objetivo de preservar el castigado césped por la lluvia de cara al duelo del domingo. Por ello el Arosa se ejercitó ayer tarde en el Manuel Jiménez compartiendo campo con sus juveniles B y el Atlético Arousana.
El Mondariz solo ha ganado cinco partidos en lo que va de campeonato y tan solo uno de ellos a domicilio. Si bien los de Lino González perdieron en la primera vuelta por la mínima en A Lagoa, por eso existe máxima desconfianza de un rival incómodo y muy bien trabajado. En el Arosa el técnico dispone de todos sus efectivos a excepción del meta Toño, que continúa entrenándose al margen del grupo.
