La directiva del Arosa ha tomado buena nota de la opinión manifestada por los aficionados en el partido del domingo en A Lomba y ayer se reunió de urgencia para acordar lo que estaba cantado: la destitución de Lino González, el entrenador del equipo arlequinado las últimas tres temporadas. Los pésimos resultados en casa y la mala imagen ofrecida por el equipo, muy lejos del objetivo marcado, han desencadenado en esta decisión adoptada tras una reunión en la que la mayoría de los dirigentes mostraron la necesidad de un cambio en el banquillo con el objetivo de darle un giro al rumbo del equipo. Si bien también apuntaron a los jugadores como los responsables de la situación del equipo.
Tras el encuentro de los directivos, fue llamado el propio Lino González al club para ser informado de la decisión. Se reunió con el presidente y con el directivo Francisco Ozores durante casi dos horas. El ya exentrenador arosista dio sus explicaciones sobre cuestiones internas. Lino asumió su responsabilidad si bien también reconoció sentirse decepcionado con algunos futbolistas, tanto en el compromiso en los entrenos como en los partidos.
Tras esta reunión el club publicó en su página web un comunicado oficial en el que hacía pública la marcha de Lino González, aunque no habla de cese sino de “rescisión de contrato de mutuo acuerdo” al tiempo que agradecen “profundamente la amabilidad, el compromiso y el esfuerzo diario del técnico durante estos últimos tres años”. En el comunicado también se lee una declaración del propio Lino González agradeciendo “el cariño del club en estos años”. Finaliza el escrito de despedida deseándole al entrenador vilagarciano “la mayor suerte del mundo y esperemos que no sea un adiós definitivo, simplemente un hasta luego”.
En esta línea se manifestó también el propio presidente, Manuel Abalo, justo después de concluir la reunión con Lino. “El entendeu a decisión e houbo un acordo rápido” destacando la buena actitud del entrenador, lo que hizo que fuese una decisión menos dolorosa para el presidente, al que le une una relación muy cercana con el técnico y, sobre todo, con su padre, que al mismo tiempo es uno de los hombres fuertes de la directiva.
Además de la destitución de Lino, otro que dejará el equipo es su ayudante, Diego Fernández. Manuel Abalo dice que hasta hoy no tratarán este tema e incluso no descarta una hipotética continuidad si el nuevo técnico la ve viable, aunque parece difícil. Lo que no se sabe es si habrá alguna baja en la plantilla. Lo más probable es que la directiva espere a tratar el asunto con el nuevo entrenador.
