Ser propietario de una parcela de monte forestal requerirá, a partir de ahora, contratar vigilancia privada para evitar los vertidos. Parece absurdo, pero de no hacerlo, los dueños de fincas en las que aparezcan residuos deberán asumir la limpieza de los mismos o enfrentarse a una dura sanción económica en caso contrario.
Esto es lo que le ha ocurrido a Luisa, una vecina de Bordóns que supera los 70 años de edad y que hace unos días recibió un requerimiento de la Xunta instándole a limpiar una parcela situada en Chan de Lores —entre Sanxenxo y Meaño— en la que aparecieron restos de un automóvil.
La advertencia de que, en caso de no demostrar documentalmente en el plazo de un mes que el monte estaba limpio, conllevaría una sanción económica, provocó un ataque de ansiedad a esta vecina de Sanxenxo, que necesitó incluso atención médica para recuperarse.
Y una vez retomada la tranquilidad, Luisa echó mano de sus familiares más directos, que dedicaron más de un día a averiguar qué había pasado. Y tras varias visitas, reuniones y petición de documentación, desenmarañaron las causas del expediente abierto a esta anciana, propietaria de un trozo de monte que no está cerrado y que tiene frente a un camino.
Y es que, al parecer, una patrulla de la Policía Autonómica detectó un buen día el vertido en Chan de Lores. Y ahí comenzó la pesadilla de Luisa. Llegados a su despacho los agentes comprobaron, apoyados por modernos dispositivos de localización, la ubicación de la finca y buscaron en el catastro a su propietario. Expediente iniciado y notificación en curso, pero con varios errores. El primero está en la titularidad de la parcela. La de Luisa está situada 50 metros antes que la que alberga el vertido. Y es que el Catastro no es exacto.
El segundo error podría ser de interpretación. Y es que la ley dice que es responsable administrativo de los residuos quien los produzca, gestione o posea. Luisa es dueña de una parcela, pero no de los residuos que alguien deposite sobre ésta. Este es uno de los argumentos que sus familiares alegan, junto con la no propiedad de la finca, para que el expediente se archive.
“Confundir a posesión dunha parcela forestal aberta e sen pechar coa propiedade dos residuos que un desalmado ten tirado non so enriba dela, senón que no mesmo camiño é un fallo moi grande porque a desidia dos axentes que artellaron o expediente fai que se tente multar á víctima, o propietario, en vez de investigar e castigar ao culpable”, aseguraba ayer uno de los familiares de la vecina afectada por esta situación.
Así, parece que la solución de la administración al tema de los vertidos en los montes parece que apunta a un “castigo” a una población envejecida y con escasos recursos, que es la que mantiene la propiedad de los montes forestales.
