
Entre gritos de “dimisión, dimisión” proferidos por una treintena de vecinos e incluso por algunos concejales de la oposición (los del PP) abandonó el alcalde de Catoira, Alberto García, el Salón de Plenos después de dar por concluido —sin permitir el debate ni las preguntas de la oposición— la sesión extraordinaria sobre el Multiusos. “Escándalo” o “vergoña” fueron algunos de los calificativos que se oyeron. Algún catoirense llamó al regidor, a voz en grito, “presunto ladrón” y la portavoz de los no adscritos (Compromiso por Galicia), Margarita García, instó al primer edil en reiteradas ocasiones a decir “onde están os cartos, os máis de 500.000 euros que faltan”. García se fue haciendo aspaviendos y diciéndole a la portavoz de CxG “vai rañala”, mientras el portavoz del PP, Marcos Coira, intentaba exponer a la concurrencia, también a gritos sus argumentos en relación a la “desfeita” del Multiusos, acusando de “cómplices” a los demás ediles del grupo de gobierno y criticando que el BNG no firmase la solicitud del Pleno extraordinario. La tensión se apoderó de tal forma de los presentes que Marcos Coira y el militante del Bloque Ramiro Paz acabaron encarándose y tuvieron que se separados. Paz exigió al portavoz del PP que “non te metas co BNG” y llamó los populares “panda de corruptos”. “Denuncia se tes algunha proba”, le replicó Coira.
Todo ello después de que Alberto García vetase el debate y zanjara el Pleno leyendo un escrito en el que, visiblemente nervioso, rechazó crear una comisión de investigación y reconoció que destinó a pagar otros servicios parte de las subvenciones recibidas de la Xunta y la Diputación para el Edificio Multiusos. Los impagos motivaron que la empresa Tragsa, adjudicataria de las obras, denunciase al Concello, que fue condenado a pagar más de 1,4 millones a la compañía pública.
Argumentó el regidor que la “drástica” reducción de las ayudas de la Xunta para financiar servicios municipales pusieron en serio riesgo la superviviencia de la guardería, la Escuela de Música o el plan de prevención de drogas, entre otros, por lo que “tivéronse que desatender, en parte e temporalmente, os pagos a Tragsa”, ya que de lo contrario esos servicios podrían desaparecer y trabajadores del Concello podrían haber quedado “sin emprego”. La empresa pública, afirmó el regidor, “comprendía” la difícil situación económica del Concello y “aceptou” el aplazamiento de los pagos hasta que “chegou o PP ao goberno da nación”. Al Ejecutivo de Rajoy no solo lo acusó de promover la denuncia contra el Ayuntamiento por motivos políticos, sino también de perjudicar a los concellos al impedir que las deudas con empresas públicas pudieran incluirse en el plan de pago a proveedores y al establecer “intereses leoninos” en los créditos del ICO.
Tras la sesión, Compromiso por Galicia, anunció que denunciará al alcalde ante el fiscal de Cuentas por “un presunto delito de malversación de fondos públicos” al haber destinado a otros pagos las subvenciones del Multiusos. Por su parte el edil del BNG, Xan Castaño, indicó que el hecho de impedir el debate “non é unha boa sinal” por parte de García y censuró que, ya finalizado el Pleno, “o PP intentase facer un mitin, máxime cando está metido ata o pescozo na corrupción”. Recordó también que el Bloque fue “o primeiro” en pedir un Pleno extraordinario sobre el Multiusosos.