El PSOE pregunta al grupo de gobierno cómo piensa abonar el millón de euros que debe a Samyl

La decisión del grupo de gobierno de subrogar a las 48 trabajadoras que se encargan de la limpieza en los edificios públicos del municipio es compartida por el PSOE que, sin embargo, tiene algunas dudas al respecto.
Por ejemplo, Dulcinea Aguín pregunta al grupo de gobierno cómo y cuándo piensa abonar el millón de euros que debe a la actual concesionaria de este servicio, toda vez que la relación contractual ha sido prorrogada por un periodo de tres meses. “La situación económica del Concello es de pura bancarrota y estamos, como mínimo, hipotecados hasta el año 2022”, asegura la portavoz socialista.
Sin embargo el Concello abonó recientemente a la empresa una pequeña cantidad, próxima a los 100.000 euros, y confía en que los ingresos del IBI permitan saldar lo adeudado a esta empresa, al igual que está ocurriendo con otros proveedores del municipio.
Para los socialistas, el tema no está tan claro. Y otra cuestión que les suscita dudas, es la aplicación del Plan de Ajuste a la decisión de la subrogación. Para Dulcinea Aguín el documento impide “entre otras cosas, que se hagan contrataciones de personal”. Y lo argumenta en declaraciones realizadas por la propia alcaldesa en más de una comisión informativa. De todas formas, y una vez que la decisión ya ha sido comunicada a la plantilla de trabajadoras, los socialistas confían en que dispongan de “todas las autorizaciones necesarias por parte del Ministerio de Economía y Hacienda, para poder realizar estas contrataciones”.
Sugerido en julio
Y es que a Dulcinea Aguín le resulta extraño que el Concello adopte este acuerdo ahora, cuando rechazó el pasado mes de julio asumir la gestión directa del servicio, a sugerencia de los socialistas en el pleno en el que se aprobó la modificación del coste del contrato con la empresa, a base de suprimir horas de limpieza en los diferentes edificios.
En aquella sesión los socialistas argumentaban cuestiones como la apuesta por el empleo público por el importante ahorro que supondría para las administraciones.
También aseguraban que el contrato con Samyl estaba sobrevalorado, “lo mismo que habíamos dicho para el contrato de la basura y lo mismo para la explotación de las guarderías municipales”.
En aquel momento la postura del grupo de gobierno era contraria a la adopción de esta medida. Marcos Guisasola, concejal de Economía, aducía entonces que la “complejidad del servicio” y del convenio regulador de las condiciones del trabajo eran factores a tener en cuenta para mantener la externalización. También la alcaldesa consideraba entonces que la gestión directa de este servicio era compleja.
Los socialistas de Sanxenxo interpretan este cambio en clave política. “Una vez más queda demostrado que el bipartito de Sanxenxo no tiene ni un modelo de Concello ni modelo de gestión, ni nada de nada. Lo importante para ustedes es cobrar sus sueldos, muy dignos, a fin de mes, y poco más”.