La defensa de la sanidad pública y el rechazo a los recortes en el sector fueron los argumentos que movieron a trabajadores del Hospital do Barbanza a iniciar ayer a las ocho de la mañana un encierro de 24 horas en el vestíbulo del complejo de Oleiros, coincidiendo con el último día de las movilizaciones similares desarrolladas en otros centros de Galicia. La protesta fue respaldado por la comisión de centro hospitalario, cuya presidenta, Marián Rodríguez, criticó que tras varios recortes ahora les vayan a reducir otro 8% pero no saben como lo van a llevar a cabo. Señaló que no están presupuestados los salarios de los trabajadores sustitutos por bajas, y que desde 2010 hay muchas plazas que no se cubren por interinidades sino por contratos temporales de seis meses, cambiando a las personas, y que lo que pretende la Administración es reducirlas, con el incremento de carga de trabajo a los compañeros. Agregó que desde 2002 “a perda do noso nivel adquisitivo ronda o 30%”, y que juegan con ellos entre reducirles el salario o despedir personal. “O que queren é que a sanidade pública empece a traballar mal e favorecer a algunha xente”, dijo Rodríguez.
