Setenta expedientes urbanísticos se acumulan en los cajones de Ravella desde hace cinco años. Una imagen, la de la burocracia, que se percibe en la calle a golpe de feísmo y también de diversos peligros. En numerosas ocasiones han tenido que acudir los servicios de emergencias a la Praza Martínez Abal para retirar restos del tejado de la tristemente conocida como casa de O Castro. Este es uno de los casos que acumula multas y requerimientos sin que, hasta el momento, haya servido para nada.
De los 117 expedientes por mal estado de las fachadas que el gobierno local ha puesto en marcha en los últimos cuatro años, tan solo 47 se han resuelto de forma satisfactoria, al acceder los propietarios a realizar las obras requeridas. En el resto de los casos, los problemas con los que se encuentran las administraciones son diversos, y van desde que la propiedad ha cambiado de manos a que el titular de la vivienda se encuentra en paradero desconocido o, simplemente, hace caso omiso de las notificaciones municipales. Algunos pagan las multas municipales, otros ni eso. Aunque esto último es “lo menos preocupante”, según señalan fuentes municipales.
Al amparo de la reforma urbanística que puso en marcha el anterior bipartito, con el socialista Marcelino Abuín al frente de este departamento, se abrieron un mayor número de expedientes, un total 64 (29 en 2008 y 35 en 2009). Y también se lograron un mayor número de resoluciones positivas, archivándose 19 en el primer año y 35 en el segundo. Muchos de estos procedimientos siguen todavía abiertos, como los que afectan al edificio donde se ubica el Gran Sol (en Carril) o a la vivienda de la Praza Doctor Carús. La actividad descendió algo durante los dos ejercicios siguientes. Así, en 2010 se abrieron un total de doce expedientes y la mitad se archivaron, tras acceder los propietarios a realizar las obras. El resto siguen en trámites, en distintas fases.
Al año siguiente fueron 19 los requerimientos urbanísticos que se realizaron, de los cuales se atendieron seis. Para el resto, se están tramitando multas. Durante 2012 la actividad volvió a repuntar y se abrieron 22 procedimientos. Solo se archivaron dos y el resto siguen en trámites. Uno está pendiente de la concesión de licencia.
