
Es uno de los enclaves más céntricos y transitados de la capital arousana, pero la imagen que presenta desde hace meses (o incluso años) es más propio de un lugar olvidado de la mano de la administración. Y es que en los últimos tiempos ningún partido político que se haya presentado a las elecciones en Vilagarcía ha dudado de la necesidad de invertir una importante cantidad de dinero en revitalizar el parque de A Xunqueira. Sin embargo, y en plena crisis económica, el atranco es siempre el mismo: No hay dinero.
Lo que está claro es que son muchos los usuarios de este parque que se quejan del abandono del mismo. Las baldosas del paseo central, que unen directamente con la entrada principal del centro comercial, están en su mayoría levantadas y la raíz de algunos árboles ha crecido tanto que a su paso se han llevado por delante no solo las baldosas, sino también parte del mobiliario público.
A ello se le suma el hecho de que muchos vecinos del entorno denuncian la falta de limpieza en el parque, sobre todo en el entorno del famoso hórreo en la que es habitual que se acumulen desperdicios.
el eterno aspirante
Lo cierto es que tanto el PSOE como ahora el Partido Popular consideraron seriamente la necesidad de invertir dinero en la remodelación de este parque. Los primeros, cuando Marcelino Abuín era todavía concejal de Xestión do Territorio en Ravella, con un ambicioso y también polémico proyecto de la arquitecta Isabel Aguirre que los populares, cuando ganaron, no dudaron de calificar de “costosísimo” y, por lo tanto, “inasumible”.
En el diseño de Aguirre, además de mejorar notablemente los espacios ajardinados se actuaba directamente sobre el cauce del río del Con para evitar, según la técnico, las inundaciones.
La idea fue reemplazada en campaña por Tomás Fole y los suyos. Ellos ofrecen un proyecto mucho menos ambicioso en el que las gradas del pequeño campo que hay en el interior se conservan y donde las zonas ajardinadas aumentan.
Todos contaban en aquel momento con la financiación vinculada al crédito de Luz Salgada. De eso ahora, no queda prácticamente nada. Y es que fuera de ese préstamo (todavía en el aire y que podría comprometer duramente el futuro económico de la localidad) el Concello no tiene dinero para acometer mejoras sustanciales en este entorno tan castigado.
Cabe recordar que el parque de A Xunqueira es el lugar elegido por muchos niños para pasar las tardes. De hecho es uno de los puntos en los que el gobierno municipal tenía previsto instalar suelo de caucho, además de zonas de juego diferenciadas por edades. Un proyecto que duerme en el cajón y que, ni a corto ni a medio plazo, parece ni de lejos realizable para lamento de los usuarios del parque.