
Las fuerzas del orden han conseguido atajar en dos semanas un problema de venta y consumo de drogas denunciado por los residentes en la urbanización de la Praza Manuel Escurís, de A Pobra. Bastó con una queja pública a través de este medio de comunicación para que las autoridades ordenasen una mayor vigilancia y la realización de cacheos a jóvenes que se concentran en esa zona y que, por ahora, ha dado como resultado su erradicación. Lo que sucede es que los muchachos que participaban en esos hechos se están trasladando a otros lugares, con lo que son otros los ciudadanos los que se quejan de esas situaciones.
La mayor presencia policial en la zona ha permitido la incautación de algunas cantidades de droga, aunque no se le imputó a nadie la posesión de esas sustancias, pues fueron encontradas en el suelo, posiblemente porque algunos de ellos las tiraron al detectar la presencia de los agentes. En una de las ocasiones, los policías locales levantaron un acta por la incautación de unos cuatro gramos de hachís que había en una pequeña caja de lata, mientras que en otra ocasión intervinieron una bolsa con un puñado de marihuana.
El pasado 13 de febrero, una operación conjunta con seis vehículos patrulla de la Guardia Civil, cuatro de ellos con una decena de efectivos del Servicio de Intervención Rápida (SIR) de la Guardia Civil y otros dos con agentes del cuartel de Boiro, así como una patrulla de la Policía Local, llevaron a cabo varios cacheos a una treintena de jóvenes concentrados en la citada plaza y en otros lugares a los que se están desplazando, como las calles Xoán de Liñares y María Mariño y en la alameda. Parece ser que no les incautaron más que algunos porros, posiblemente porque estaban alertados por el amplio despliegue que montaron desde las siete y media de la tarde.
Además, ese control también permitió denunciar en esa misma jornada a un joven por llevar un perro potencialmente peligroso sin bozal y la licencia correspondiente para llevarlo, aunque parece ser que las estaba tramitando. Eso mismo le sucedió días antes a otro muchacho en una inspección de la Policía Local. Ello podría acarrear multas por importe de más de 2.500 euros por cada una de las infracciones.
Esta problemática será abordada, junto a otros asuntos, en la Junta Local de Seguridad que tendrá lugar a las once de esta mañana en la casa consistorial de A Pobra y a la que se prevé que asista el subdelegado del Gobierno en A Coruña, Jorge Atán.