
El Concello de Cuntis actuará por vía de urgencia para evitar que la peligrosidad que representan dos edificios en ruinas acabe ocasionando percances, después de que los propietarios de los inmuebles no hayan mostrado intención alguna de tomar medidas que garanticen la seguridad en las zonas en las que se ubican las construcciones, las calles Presiña e Igrexa. Ante el progresivo deterioro de los inmuebles, el Concello abrió en el año 2010 sendos expedientes urbanísticos por cuya resolución preguntó la nacionalista Belén Pazos en el último Pleno ordinario, incidiendo en que “somos un pobo turístico e termal e non podemos dar esta imaxe no propio centro da vila, con edificios en mal estado e que resultan perigosos”.
“Hai que actuar de urxencia”, explicó el alcalde, Antonio Pena, ya que las conversaciones con los dueños de los edificios no han dado resultados. “Enviáronselles varios escritos e non contestaron”. También hubo contactos telefónicos, en los que “todo foron boas palabras, pero non amosan vontade e isto non pode seguir así”, afirmó el regidor durante la sesión plenaria, en la que reveló que hace unos días los técnicos municipales emitieron un informe en el que avalan la actuación del Concello por vía de urgencia, si bien todavía no están claras las medidas concretas que se adoptarán: la demolición de las construcciones o la ejecución de otros trabajos que simplemente aseguren las estructuras y minimicen los peligros. Antonio Pena es consciente de que los dos edificios abandonados constituyen “un perigo importante, non só para os viandantes” sino “para todos”. Alude, por ejemplo, a la casa en ruinas situada en la calle Igrexa, al lado de una tienda de ropa. En su interior incluso ha crecido un árbol. Delante de su fachada es frecuente que “aparquen vehículos” y no es descabellado pensar que un día la estructura pueda venirse abajo. Sobre todo teniendo en cuenta las condiciones climatológicas de este invierno, con fuertes lluvias y una sucesión de temporales que hacen que “o perigo sexa aínda maior”, indica el alcalde, que espera solucionar la problemática a la menor brevedad posible para evitar riesgos como la caída de cascotes o un derrumbe.