O Fervedoiro avanza en la puesta en valor del Gallo con la reconstrucción de un lavadero y la limpieza de otros

La asociación O Fervedoiro ultima la segunda fase de su proyecto “Ao redor da auga”, impulsado en colaboración con Adega con el objetivo de poner en valor el río Gallo desde un punto de vista ambiental, etnográfico e histórico. Tras haber recuperado los “pasos de Meira”, el colectivo afrontará —en cuanto las condiciones meteorológicas lo permitan— la limpieza y acondicionamiento de varios lavaderos fluviales existentes en la villa para que “se poidan contemplar en toda a súa amplitude”. Además, restaurarán una de estas construcciones etnográficas, el conocido como “Lavadoiro da casa dos de Félix”, que es el que “en peor estado se atopa”. Lo reconstruirán por completo, “asentando todas e cada unha das pedras”, desde la cimentación hasta las escaleras, pasando por la estructura principal. Pretenden así que esta parte del patrimonio cuntiense, “acervo da nosa historia e dos nosos costumes, siga a vivir ao redor da auga”.
En función de la climatología, O Fervedoiro sopesa organizar una nueva jornada de limpieza de los márgenes fluviales. Además, y también en el marco del proyecto “Ao redor da auga”, señalizará una ruta circular de senderismo a lo largo del curso del río Gallo y que tendrán, aproximadamente, unos 3,5 kilómetros de largo. Partirá desde el lavadero termal de la Praza de Galicia, continuando por el tramo urbano del río, el puente Budión, los “pasos de Meira”, el puente de Nieto y finalizando de nuevo en el centro de la villa. A lo largo del recorrido se colocarán paneles con datos históricos sobre Cuntis y las especies de flora y fauna más representativas de la zona.
mal estado de la senda
Al margen de estas actuaciones, O Fervedoiro aprovecha para denunciar la situación en la que ha quedado la senda fluvial del Gallo tras las últimas riadas. “Está en moi mal estado”, con “buratos de gran tamaño” y cableado desenterrado, por lo que urgen al Concello a tomar las medidas precisas para advertir a la ciudadanía de los riesgos y, sobre todo, para “arranxar” los daños y deficiencias existentes.