
El Ejecutivo pobrense dio a conocer ayer el resultado de una auditoría energética de las faroles y red semafórica efectuada por la empresa ELA Ingeniería y Medio Ambiente. Como resultado del estudio, surgieron propuestas para mejorar la eficiencia energética y, a la vez, del medio ambiente, así como reducir el gasto económico, que según las más de 700 facturas de 14 meses de 2011 y 2012 analizadas fue de 177.300 euros al año. De llevarse a cabo esas medidas, que suponen una inversión de 150.000 euros, el Concello podría ahorrarse del orden de 37.000 euros al año, con lo que en 4 años ya estaría amortizado el coste de las mejoras introducidas. Según apuntó la ingeniera industrial de la empresa auditora, Fátima Pombo, el ahorro económico que se alcanzaría con la implantación de sus propuestas superaría el 20%, mientras que el de consumo energético bajaría un 16%.
Esta auditoría, realizada por un importe de 5.800 euros, de los que la mitad fue aportado por el Inega y la otra parte con cargo a las arcas municipales, se realizó en todas y cada una de los más de 2.800 puntos de iluminación exterior o callejera -hay una farola por cada tres habitantes, aproximadamente- y que están distribuidos por las parroquias y repartidos en 60 cuadros eléctricos. Pombo advirtió de que aunque el mantenimiento de las instalaciones es bueno, se detectó bastante suciedad en las luminarias del medio rural.
Entre las medidas presentadas por la empresa figuran la sustitución de lámparas y luminarias existentes por otras más eficientes, algo que ya se hizo en algún caso; el cambio de las bombillas incandescentes de los semáforos por otras de tipo LED, que ya se hizo; la instalación de equipos que mejoren el control horario de funcionamiento de las farolas, y el ajuste de potencias contratadas en algunos cuadros o la selección de tarifas más apropiadas en otros casos. Para este último caso, se indicó la posibilidad de negociar con los proveedores de esa energía, para reducir el coste, no sí el consumo, para lo que se proponen otras medidas.
El alcalde, Isaac Maceiras, aclaró que no se trata de suprimir luz, sino de ser más eficientes. E indicó que con las mejoras realizadas en 2012 ahorraron 9.000 euros. El regidor destacó la labor de los ediles José Manuel Castro y Andrés Millán, el electricista municipal, José Manuel Hermo y el técnico local de empleo, Luis Miguel Domínguez, que colaboraron con la empresa para facilitarles el trabajo, tanto aportando documentación como en la visita a las instalaciones.