La delicada situación por la que pasa el Villalonga (en zona de descenso después de trece jornadas consecutivas sin ganar sumando solo 7 de los últimos 39 puntos) hacía presagiar algún tipo de decisión por parte de la junta directiva. Pero lo que no se esperaba es que esta se produjese por propia iniciativa del entrenador. Y es que al término del partido contra el Racing de Ferrol Jacobo Molina mantuvo un encuentro con el vicepresidente Carlos García Padín, al que informó de que ponía el cargo a disposición del club. El directivo le tranquilizó y le emplazó a pensárselo en frío, pero la decisión ya estaba tomada y meditada y no fue fruto únicamente de lo sucedido en este partido. De hecho, ayer por la mañana Molina mantuvo una conversación con el responsable del área deportiva, José Fernández “Xexo” para, ya más en frío, reiterarle su postura e incluso por la noche volvió a dejarles claro que no había marcha atrás.
Tras reunirse antes del entrenamiento después de escuchar de nuevo al técnico, los dirigentes han considerado necesario un cambio de timón y ya manejan varios nombres para hacerse cargo del equipo, algunos de los cuales ya sonaron con fuerza el verano antes de la elección de Guillermo Fernández Romo.
los motivos
Jacobo Molina justifica su decisión por la necesidad de “encontrar un revulsivo”. Dice que él se ve con fuerzas y confianza pero reconoce que “la línea de continuidad por la que apostó la directiva no ha dado resultados” y cree que es conveniente un cambio. El motivo principal es que ve que su trabajo diario no está dando resultados porque “hay errores que no se corrigen por mucho que los trabajemos durante la semana”, como está sucediendo con las jugadas defensivas a balón parado, aspecto del que se ha quejado en las últimas semanas. Y como está “muy agradecido a la directiva” ha optado por tomar esta decisión para que la directiva no se vea obligada a adoptar de forma forzosa una medida que no desea.
Remarca que el partido con el Racing de Ferrol solo ha sido la gota que ha colmado el vaso , “ha sido el primer mal partido realmente que hemos hecho y el síntoma de que hace falta un revulsivo”.
Los dirigentes le tomaron la palabra y optaron por el cambio de timón, aunque incluso si Jacobo no se hubiese adelantado parece que el club tenía previsto un cambio en el banquillo para buscar un giro en una dinámica que está siendo demasiado negativa.
Desde la directiva agradecen el gesto de Molina y también el trabajo realizado tanto de segundo como de primer entrenador del equipo, de hecho siempre hablaron bien de él y nunca lo situaron como el responsable de la mala trayectoria del equipo, “pero agora, cando xa non se poden facer fichaxes, o único revulsivo posible é cambiar de adestrador”, comentan.
Molina se despidió ayer de los jugadores y después se reunió con los dirigentes para acordar la liquidación del contrato. Y acto seguido reunión de la cúpula rirectiva para avanzar en la contratación de un nuevo entrenador, que hoy mismo podría ser anunciado. Fonsi Valverde, Rafa Sáez, Calucho y Carducho parecen los mejor colocados.
