
Los municipios de Moraña y Catoira apostaron por la fiesta frente al mal tiempo y celebraron sus respectivos concursos de disfraces en los pabellones, llenándolos de la alegría y el colorido propios de las fiestas de Carnaval. A esto añadieron un toque gastronómico. En Moraña los asistentes pudieron degustar las tradicionales “orellas”, mientras que en Catoira una mejillonada popular puso fin al certamen, que estuvo amenizado por la música de la charanga Air Jalisia. n M. ANGUEIRA