
Nada se volvió a saber de la lancha semirígida de poliéster de 11 metros de eslora y equipada con cinco motores de 300 caballos cada uno que llegó envuelta en llamas a la playa de Mañóns tras prenderle fuego sus ocupantes al ser sorprendidos por el Servicio de Vigilancia Aduanera navegando al oeste de la península de O Grove, cuando salían en busca de una mercancía de droga. Poco antes de las ocho y media de la mañana de ayer se recibió un aviso del avistamiento de una lancha semihundida y con la quilla al sol en un polígono de bateas en A Barsa, junto Punta do Chazo. Hasta el lugar, situado a unas dos millas al sur de Mañóns se desplazaron las embarcaciones Salvamar Sargadelos y el buque auxiliar del Irmáns García Nodal, cuyo personal se dio cuenta nada más llegar de que se trataba de la antes indicada y fue remolcada hasta Vilagarcía. También se barajó la opción de llevarla a Cabo de Cruz, pero esto último era más complicado por los barcos fondeados y las boyas.
Por lo visto desde el litoral, parece que esos efectivos tuvieron problemas para sujetar la lancha e iniciar el remolque pues la proximidad de las bateas y el fuerte viento y oleaje dificultaban las labores. La amarraron con un ahorcaperros, pero al empezar a tirar de ella se hundía. En torno a las doce menos veinte concluyó la maniobra, dejándola en la popa del buque Irmáns García Nodal, para a media tarde subirla a la rampa de Cavadelo.