
Céltiga y Atios empataron ayer un partido que pudo caer de cualquier bando, puesto que ambos equipos desperdiciaron sendos penaltis en los últimos minutos. En el 95, Leandro lo lanzó alto desaprovechando la opción del 3-2. El partido el costó el liderato al Atios, que logró adelantarse en la primera parte en un córner que lanzó Joni y remató Estefan. El primer acto estuvo marcado por el respeto mutuo.
Parecía que el gol sería ya medio billete a la victoria tal y como estaban las ocas, pero el Céltiga en la segunda parte dio un paso adelante al pasar a jugar con dos “nueves” y tres por dentro, manteniendo los carrileros. No tardó mucho en llegar el empate, en un error del meta visitante Diego, al que se le escapó el balón en un disparo sencillo de blocar. Lezcano, muy oportunista hizo el 1-1. El gol espoleó a los de Javi Rey, que siguieron en busca de la victoria. Misterios del fútbol, cuando mejor estaban los locales llegó el 1-2. En una acción aislada tras centro lateral, Toti llegó al segundo palo y lanzándose consiguió poner por delante a los de Jose Tizón.
El Céltiga logró sobreponerse de nuevo a este mazazo y Lezcano empató con un remate en el primer poste a centro de Róber. El último tercio de partido deparó más emociones fuertes al numeroso público que se dio cita en el Salvador Otero, donde se hizo notar la afición visitante. En el 83 el árbitrio ourensano decretó penalti en el área local por una mano bastante clara. Fue en una acción aislada y otra vez cuando mejor estaba el Céltiga. Lanzó el Kiko Mintegui y detuvo el meta Rodri. Ya en el minuto 95 en un balón al área visitante Gregor es derribado cuando se disponía a rematar, el colegiado tampoco lo dudó y señaló los once metros. Leandro asumió la responsabilidad de lanzar el penalti, pero no pudo marcar porque el balón se fue por encima del larguero.
La tensión y los nervios acabaron con los dos técnicos expulsados en un partido de bastante ritmo que mantiene la ventaja de 5 puntos más average para los de Porriño sobre los isleños, que pese a todo siguen metidos de lleno en la pelea por el ascenso.