La AP-9 es la arteria que articula Galicia de norte a sur. Es, por tanto, estratégica para el desarrollo de la comunidad. Sus peajes, de los más caros, frenan la competitividad y de ahí que el clamor para su gratuidad sea unánime. Ayer fue el PP quien defendió la transferencia de la autopista a la Xunta como primer paso para el gran objetivo en el que todos coinciden.
