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O Salnés

Elena Otero denuncia presiones dentro del BNG para su renuncia al acta de concejala en A Illa y Suárez lo niega

La isleña, que ocupaba las carteras de Educación y Mar, será sustituida por la profesora Lidia Barreiro Felpeto

BNG A Illa Lidia Barreiro concejala
La nueva edila, Lidia Barreiro, junto al portavoz del BNG, Manuel Suárez
Cedida

 La concejala de Educación y Mar, Elena Otero, ha presentado su renuncia al acta por “motivos persoais”, aunque denuncia presiones dentro del propio BNG para que diese un paso al lado. En su lugar entrará en la Corporación Lidia Barreiro, número 5 del Bloque en las elecciones de 2023, que asumirá las carteras de Educación e Igualdad. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidade de Santiago de Compostela, ejerce como profesora de Bachillerato en el IES A Basella de Vilanova.

Sin embargo, el relevo no está exento de polémica, aunque el portavoz nacionalista, Manuel Suárez, quita hierro al asunto y subraya que se trata de una “renuncia voluntaria” y que no ha existido ningún tipo de presión. Frente a esta versión, Otero señala que desde el mes de julio, cuando se reincorporó a la vida laboral “decíanme que o máis xusto era que abandonase a praza de concelleira”. De hecho, lamenta incluso que en las reunión con la formación “parecían unha caza de bruxas, todos na miña contra”.

A su juicio, el motivo de las fricciones se debe a que “non lles gusta o meu traballo fóra do Concello”, pese a que se trata de una empresa familiar: “Pola razón “x” que sexa eu non lles gusto e queríanme quitar de enriba”, subraya Otero, pese a que confiesa que “foi unha honra poder ser concelleira, pero non se me quere deixar”.

Cierra la puerta a la política

De hecho, Otero ha querido también agradecer “á xente da Arousa que confiou en min”. “Sempre tiven interese pola política, por facer un ben na sociedade, aínda que soe idílico”, por ello, indica, decidió aceptar la propuesta del BNG para concurrir como número tres en las elecciones de 2023, aunque no confiaba en poder entrar. Así, tomó con “moita ilusión” la responsabilidad “a pesar das miñas dificultades familiares, con dous fillos”.

Ahora, sin embargo, cierra la puerta a volver a la política municipal en un futuro. “Fíxome moito daño”, subraya Otero, que apela a la salud mental y en que ahora se centrará en su prioridad: “os meus pequenos”. Tampoco guarda relación ya alguna con el BNG y confiesa que “o mensaxe máis bonito que recibín tras a renuncia foi dun compañeiro de goberno, pero doutro partido, eso xa o di todo”.

“Non houbo presións”

Una versión que no se corresponde, no obstante, con la ofrecida por el portavoz del Bloque y teniente de alcalde, Manuel Suárez, que  recalca que “as circunstancias persoais e familiares corresponden a cada un, e nós non temos que opinar sobre elo”. Asimismo, defendió que “todo o mundo entende que co traballo e os fillos o tempo que tes é limitado”. En cualquier caso, Suárez reconoce que sí hubo “discrepacias”, aunque lo limita a los plazos de la renuncia, ya que le habrían solicitado que “prolongase a súa permanencia ata antes do Pleno”, ya que tanto la renuncia como la posterior toma de posesión deben realizarse en Pleno, que se celebra cada dos meses, por lo que “estaremos preto de tres mes sen concelleiro”.

Quiso, además, agradecer la labor de Otero y “dedicación, traballo e esforzo” realizados como concejala y zanjó que “ese foi o único debate que houbo, pero presións non”.