Christabel Ezumah: "Fichar por el Cortegada fue una decisión difícil pero acertada"
Aprendiendo español y adaptándose al clima de Vilagarcía de Arousa, la estadounidense valora el inicio de su andadura al otro lado del charco

La estadounidense Christabel Ezumah (08/03/2002, Georgia) es uno de los fichajes estrella del Mariscos Antón Cortegada para la presente temporada en la que militan de nuevo en la Liga Femenina 2. A pesar de llevar muy poco tiempo a las órdenes de Manu Santos, la ala pívot se ha convertido en una pieza fundamental del equipo.
Tras formarse en universidades de la talla de Campbell o Alabama, la joven tomó la decisión de dar un salto en su carrera para adentrarse en el baloncesto europeo. Aprendiendo español y adaptándose al clima de Vilagarcía de Arousa, Christabel Ezumah valora el inicio de su andadura al otro lado del charco.
¿Cuándo empezó a jugar al baloncesto y qué le motivó a ello?
Empecé a jugar al baloncesto en tercer grado, así que tendría sobre unos ochos años. Principalmente quería jugar porque mi hermano jugaba, y muchos entrenadores les decían a mis padres que me apuntaran a baloncesto porque era muy alta.
¿Qué lecciones clave aprendió en Campbell?
Durante mi tiempo en Campbell, aprendí a influir en el juego tanto dentro como fuera de la cancha. También aprendí algunas lecciones de vida, como que superar la adversidad te hace no solo una jugadoramás fuerte, sino también una persona con una mentalidad resiliente.
¿Y en la Universidad de Alabama?
En Alabama, aprendí que no todo se trata de puntos y anotaciones, sino que puedo contribuir al equipo haciendo pequeñas cosas y esforzándome al máximo en cada jugada, sin importar la posición en la que estemos. También aprendí que el rol de nadie en el equipo es insignificante; todos importan, sin tener en cuenta como de grande o pequeño sea su papel. Todas contribuimos al éxito del equipo. De ambas universidades aprendí sobre todo a nunca rendirme.

¿Qué supuso para usted ese cambio de universidad tanto dentro como fuera de la cancha?
En la cancha, cambiar de universidad significó que el nivel de competencia aumentó, ya que estaba en una de las conferencias más importantes del país. Esto también significó que tuve que adaptarme al estilo de juego de un nuevo entrenador y comprender que los pequeños detalles son los que nos ayudarán a ganar partidos en situaciones de alta presión. Fuera de la cancha, significó que obtendría un nuevo título y también estaría en un nuevo entorno. Tuve que hacer amigos de nuevo y encontrar maneras de conectar con mis compañeros de equipo y otras personas de mi comunidad.
¿Qué le resultó más difícil a la hora de dar el salto al baloncesto profesional?
Creo que lo más difícil fue comprender que iba a estar muy lejos de mis amigos y familiares. Otra dificultad fue el estilo de juego y las reglas europeas, que son diferentes del baloncesto estadounidense al que estaba acostumbrada.
¿Qué es lo que más esfuerzo le está llevando en su proceso de adaptación?
Diría que lo que más se me está complicando es aprender el español, pero mis compañeras me ayudan mucho con eso para poder entender las jugadas de los partidos, aunque todavía me estoy acostumbrando poco a poco y también a este clima lluvioso. Para hablar con otras personas todavía uso el traductor.
Elegí el Cortegada porque los entrenadores hablaban algo de inglés y fueron muy amables
Viene de un país donde el baloncesto es el deporte rey. ¿Qué diferencias nota en España?
En España, me di cuenta de que hay muchos deportes además del baloncesto, como el pádel, que era nuevo para mí. Aunque el fútbol es el deporte rey, nosotras tenemos muchísimos aficionados en los partidos.
En los últimos partidos, ha sido una de las jugadoras más decisivas. ¿Qué piensa en esos momentos de alta presión?
Normalmente pienso en qué podemos hacer para ganar y qué estrategias nos darán ventaja durante el partido.
¿Cómo definiría su juego como ala-pívot o pívot?
Diría que juego con mucha energía y me esfuerzo al máximo en cada jugada. Intento hacer las pequeñas cosas y rebotear para conseguir segundas oportunidades.
Lo más complicado es aprender español, pero mis compañeras me ayudan mucho
¿Quién ha sido su mayor inspiración en el mundo del baloncesto?
Diría que mi familia, porque siempre me han apoyado y me inspiran a dar lo mejor de mí y a seguir adelante aunque no me sienta bien. En el mundo del baloncesto, diría que Aja Wilson, porque es una jugadora muy completa y no solo anota, sino que también juega una defensa excelente. Y la defensa gana partidos.

Echando la vista atrás, ¿qué le diría la Christabel de hoy a la que empezó a jugar al baloncesto?
Que no tenga miedo de probar cosas nuevas. Es bueno salir de la zona de confort porque te sirve para crecer como jugadora y como persona. Cada año que pasa acabas mejorando y es cuestión de tiempo. Hay que confiar en el proceso.
La adaptación
Mis compañeras son increíbles y el lugar es cómodo y seguro para vivir
Christabel Ezumah lleva a penas un mes asentada en Vilagarcía de Arousa para jugar con el Mariscos Antón Cortegada. Un tiempo en el que la americana ha podido conocer más a fondo la capital arousana y también a las que serán sus compañeras de equipo hasta el final de la temporada.
¿Por qué Vilagarcía y el Cortegada?
Elegí este lugar porque los entrenadores hablaban algo de inglés y, además, fueron muy amables. Fue una decisión bastante difícil, ya que este es mi primer año jugando en el extranjero y acababa de graduarme de la universidad, así que me arriesgaba al ir a un país europeo. En general, fue una buena decisión porque la zona es muy segura y cómoda para vivir y mis compañeras son increíbles.
¿Cómo se está adaptando al equipo?
Me estoy adaptando bastante bien al equipo. Todos son muy amables y acogedores. Aún me estoy acostumbrando a la ciudad.
