Cambados cierra una década de tramitación del Plan Especial del Puerto y consuma su aprobación definitiva
El PP achacó al gobierno local la tardanza, que el alcalde atribuyó a la Xunta, encargada de la redacción del documento

El Pleno de Cambados dio ayer el visto bueno, por unanimidad, al Plan Especial de ordenación portuaria de Tragove y San Tomé. Una aprobación definitiva que da carpetazo a más de una década de tortuosa tramitación, con un documento que se prevé clave para el desarrollo del casco urbano, así como para el futuro del puerto y la implantación de nuevas industrias, así como la ampliación de las ya existentes. Y lo ha hecho “in extremis”, ya que en apenas tres días, el próximo lunes, día 20, caducaría el trámite ambiental, lo que haría necesario reiniciar esta autorización, volviendo a dilatarse considerablemente los plazos, que ya de por sí han supuesto un auténtico calvario para los sucesivos gobiernos de Cambados desde 2015.
Una tardanza en materializar este documento que fue ayer blanco también de las críticas por el Partido Popular, que culpaba de ello a la gestión del gobierno local. Una acusación que el cuatripartito rebatió. En este sentido, el alcalde, Samuel Lago, reiteró ayer que el motivo de la demora no era achacable al Concello, sino que se debió a que el plan estuvo “dun lado para outro entre departamentos da mesma administración, que era a Xunta de Galicia”. En este sentido, cabe recordar que si bien el Concello era el promotor del Plan, la redacción finalmente corrió a cargo de Portos.
Sí reconoció el socialista que también se vivió una “complicación” con el alarmante informe de Costas del Estado, que se negaba a permitir industrias que había en Tragove y que algunos edificios públicos —como la propia Praza de Abastos o el centro de salud— continuaran cerca del mar una vez acabase su concesión.
Sin embargo, Lago subrayó que se trasladó a Madrid para negociar con el departamento estatal y que se permitiera “a implementación das depuradoras de moluscos”, dando Costas finalmente el visto bueno, una vez que Portos realizó cambios en el Plan justificando la necesidad de que estos inmuebles permanecieran en el litoral.
Así, y pese al cruce de acusaciones, finalmente el Plan se aprobó por unanimidad, algo que el propio regidor agradeció a todos los grupos, también a la oposición. “Agora toca traballar”, decía ayer satisfecho Lago tras lograr desatascar un Plan Especial que supuso todo un calvario para el ejecutivo.
La Praza, próximo objetivo
Así, es inevitable vislumbrar, cuando el Plan Especial es ya una realidad, el proyecto de la nueva —sino una reforma integral— Praza de Abastos. Un edificio de 1949 que pide a gritos una renovación, al no reunir ya las condiciones mínimas: el suelo no es apropiado para la venta de productos alimentarios, barras oxidadas e instalaciones que se han quedado ya anticuadas.
Sin embargo, en los últimos años no se dieron obras de calado ni reformas sustanciales que arreglasen estos desperfectos, a la espera de poder resolver este Plan Especial de ordenación portuaria que pudiera permitir el ambicioso —y millonario— proyecto del nuevo mercado prometido hace una década.
Una actuación que, todo parece, no se va a producir en los términos inicialmente pactados. Ya en 2014 aquel proyecto ascendía a 3,6 millones, por lo que con la actualización de precios se volvería inasumible, aún manteniendo la financiación a tres partes con la Xunta y el Gobierno central, que sí parece comprometida. Por ello, todo parece ir encaminado a una reforma integral y no a una construcción nueva.
Sea como fuere, el documento supone también reforzar la seguridad jurídica de las depuradoras situadas en dominio público marítimo-terrestre y un importante impulso para el puerto cambadés.