Villanueva achaca las dimisiones en la Cofradía al intento de “bloquear e impedir su normal funcionamiento”

“Su intención desde hace meses era bloquear e impedir el normal funcionamiento de la Cofradía de Carril”. De esta forma tan tajante se pronuncia el todavía patrón mayor, José Luis Villanueva, respecto a la nueva crisis existente en el seno del pósito carrilexo tras la dimisión de diez miembros de la Xunta Xeral y que abocan a la entidad a la disolución de sus órganos y a una gestora. Villanueva censura que los dimitidos hayan esgrimido como argumento para dejar sus cargos las “constantes denuncias, querellas y sentencias penales” del propio patrón e insiste en que esta es una “alusión desafortunada porque, que yo sepa, existe una sentencia penal que me condena por agresión y que aún no es firme, pero a mí, no como patrón mayor”.
Villanueva se remonta a las dimisiones que se produjeron en el mes de febrero y que –con las diez actuales– suman lo suficiente como para provocar la disolución de los órganos de gobierno que él preside. “Esas persoas explicaron no seu día que a súa decisión obedecía a desprecios, cohibiciones, faltas de respeto, mentiras, traiciones, rencillas y minusvaloraciones por parte de algunos miembros de la xunta xeral pertenecientes al sector del marisqueo a pie”. Un sector al que pertenecen precisamente las ahora dimitidas. Las plazas –dice Villanueva– quisieron cubrirse en abril, pero “a esa reunión no acudieron los miembros que ahora dimitieron por lo que non eixistía el quórum requerido y no se pudieron cubrir las vacantes”. De ahí que el patrón mayor entienda que todo ha sido orquestado para “impedir el normal funcionamiento” de la Cofradía. Villanueva no pone nombres, pero también habla de “dignidad” –una palabra que las dimitidas también utilizaron– y señala que “si acudimos a valorar la dignidad de las personas para valorar su idoneidad para pertenecer a los órganos representativos y de gobierno de la Cofradía ninguno de los diez firmantes de este escrito de dimisión saldría bien parado”.
El carrilexo se defiende y asegura que “prácticamente todas las denuncias y querellas contra mí –en mi condición de patrón mayor– han sido presentadas por los recientemente dimisionarios o por sus personas más próximas, ninguna ha finalizado con una sentencia condenatoria y la inmensa mayoría han sido archivadas judicialmente”.
Cabe recordar que la disolución de los órganos de gobierno en la Cofradía de Carril llega tan solo meses antes de la convocatoria oficial de elecciones en todos los pósitos gallegos. De ahí que José Luis Villanueva vea en las dimisiones un “acto de pre-campaña electoral”. Y es que lo que parece claro es que –pese a que se nombrará una Gestora en un plazo máximo de veinte días – la Consellería do Mar esperará a realizar comicios en Carril con las elecciones generales.
El patrón lamenta que con estas dimisiones y la desolución de los órganos de gobierno “la Cofradía no podrá percibir pagos, no podrá cobrar lo que se venda en lonja, no podrá abonar el importe de las ventas a los socios, no podrán realizarse proyectos ya aprobados o en trámite”, de ahí que entienda que las decisiones adoptadas se deben “exclusivamente a motivos personales y egoístas”.
Villanueva lamenta que “un grupo de personas que apenas representan el 10 % de los miembros de la Cofradía ostentan una representatividad formal que les permite bloquear su funcionamiento”. Aunque no lo dice abiertamente el patrón deja caer que volverá a presentarse al cargo en las próximas elecciones y señala al respecto que “deseo que los miembros de la Cofradía sepan valorar y decidir quién ha de representarlos”.