
Una Praza da Peixería adornada con redes y cuerdas de bateas con mejillones fue el escenario elegido por el Partido Popular para su mitin central. Un diseño que no fue elegido al azar, teniendo en cuenta que fuera varias pancartas sostenidas por bateeiros esperaban la llegada del presidente del PP, Alfonso Rueda, con el lema de “Sen mexilla non hai futuro”. Se hicieron oír a la llegada con gritos de “conselleira dimisión” y “fuera, fuera”, pero no hubo incidentes, pese a que el gran despliegue policial sorprendía a los que pasaban por allí. En el medio –y con un papel nada sencillo– David Oliveira, bateeiro activo en las protestas y miembro de la candidatura de Ana Granja.
El encargado de romper el hielo en el atril fue el número 2 de la lista, Juan Andrés Bayón. Habló del “motor do cambio” y de la “incompetencia do PSOE durante estes oito anos”. Fue una intervención breve, pero en la que hizo referencia explícita a Alberto Varela, al que definió como “un alcalde que non confía na súa cidade e que non quere que Vilagarcía medre”.
Alegato a la unión
Tanto el presidente provincial, Luis López, como el propio Alfonso Rueda reconocieron que la formación a nivel local no pasó “por buenos momentos” y aplaudieron el hecho de ver “caras que hace tiempo que no venían”. Rueda reconoció “errores en el pasado”, pero aplaudió a Ana Granja como la encargada de “unir el partido y este es el camino que hay que seguir para ganar las elecciones”. En el discurso de Rueda hubo varias referencias al “sentidiño” a la hora de votar e incidió en que “votar al PSOE en las municipales es votar a Pedro Sánchez”.

Cuando Ana Granja se subió al atril todos los asistentes presentes en A Peixería se pusieron en pie en el aplauso que más resonó. La alcaldable se emocionó en algunos momentos de su discurso y se comprometió a ser la “alcaldesa de todos”. La popular hizo un repaso por la gestión de Varela apuntando que “hay un centro plagado de inversiones innecesarias, una ciudad gris, más hormigonada que nunca y los cuatro próximos años van a seguir igual sin pensar en la gente”. Tildó el “modelo de ciudad” del equipo socialista de “malo” y defendió que ella decidió “dar el paso para volver a la Vilagarcía que nunca debió perderse, todo lo contrario”. Además aseguró que iba a “anteponer siempre las necesidades de esta ciudad a toda lo demás”.
Animó a todos los presentes a ayudar para “llegar a los indecisos” y volvió a utilizar la expresión del “sentidiño” para “llenar las urnas de votos el próximo 28”. Insistió en que “hay que rebasarlos por la derecha y decirles bye bye”. Advirtió de que “solo hay dos opciones: o nosotros o Varela. No hay más”, levantando aplausos.