
Fueron muchas las generaciones que en Vilagarcía pasaron por el famoso BUP. La última, ya en el siglo XXI, pero la primera fue en los años setenta del pasado siglo, cuando la democracia comenzaba a asomar. Precisamente fueron estos alumnos, los que inauguraron esta nueva ley educativa en el entonces llamado Calvo Sotelo (hoy Castro Alobre) los que volvieron a reunirse en el instituto que tantas veces recorrieron. Pero cincuenta años después.
En un acto organizado por los propios ex estudiantes, hoy ya convertidos en sexagenarios, tuvo lugar en el propio centro situado en San Roque y reunión a antiguos alumnos, docentes y equipos directivos que, juntos, compartieron recuerdos alrededor de aquella primera promoción. Sirvió, además, para reflexionar sobre la evolución de la educación a lo largo de las últimas cinco décadas, así como sobre la capacidad del centro para adaptarse a los nuevos tiempos, formando generaciones con una preparación de calidad.
Entre el público, se encontraba el alcalde, Alberto Varela, así como varios miembros del gobierno local y representantes de la Xunta, como el director xeral de Centros e Recursos Humanos de la Consellería de Educación, Jesús Álvarez, que destacó la "importancia deste centro como referente educativo na comarca, capaz de crear comunidade e de seguir ofrecendo unha formación de calidade que contribúe a construír o futuro de Galicia".