Un año más y no defraudó la Danza das Espadas, un baile con siglos de historia que en Carril cuenta con pasado, presente y futuro. Y es que se trata de una tradición que une a todas las generaciones y que hace bailar hasta el cura, en una curiosa puesta en escena que se ensaya durante meses, y en la que participantes y director ponen toda la ilusión y el trabajo de muchas horas.
Ataviados con los característicos trajes blancos, con sus fajines, los danzantes hicieron de nuevo alzar las espadas en honor al Santiago Apóstolo, patrón de Carril, que ayer en su día grande reunió a todo el pueblo en las estrechas calles de un pueblo que, cuando se trata de sus fiestas, unifica todos los pasos.
La Danza das Espadas es un baile vinculado a la tradición marinera. Están documentadas en numerosos puntos de la geografía europea y asiática, desde la Antigüedad. En España, se difundieron por Andalucía, País Vasco y Galicia, donde todavía perviven en algunos lugares como Carril, que cuenta con relevos suficientes para que el futuro siga siendo de los danzantes.
Y es que, además, la “Farsa” carrilexa de los bailes gremiales más antiguos y en ello reside también parte de su encanto. Aunque no fue el único atractivo de unas fiestas del Apóstol que ayer acabaron a ritmo verbenero, con las orquestas Unión y Fuerza y Metrópolis dándolo todo.
Aunque los que se hayan quedado con ganas de fiesta tampoco tendrán que esperar mucho, ya que en el fin de semana llega otra cita importante: San Fidel.
