
La historia de la llegada de San Fidel a Carril, la vinculación de la localidad con el deporte rey, el fútbol, a lo largo de los años, anécdotas de diversas generaciones y datos relevantes sobre las celebraciones propias, son algunos de los saberes que los carrilexos deben a José Luis Mulet. Por ello, el homenaje al que fue el presidente del Gato Negro fue muy emotivo y contó con una gran representación.
Acudieron los miembros del gobierno y la Corporación, encabezados por el alcalde, Alberto Varela, pero también representantes de las entidades culturales que tanto cuidó Mulet y de las que participó activamente, siendo presidente del histórico Gato Negro en la década de los 80 del pasado siglo.
También vecinos de a pie quisieron mostrar su cariño y respeto por el que no solo fue un divulgador, sino también un hombre muy querido entre los que compartieron andanzas.
Mulet vivió frente a la isla de Cortegada que tanto admiró y que desde hace ya unos años se recuperó para el pueblo. Ahora, una placa en un banco de A Rosa recordará al emblemático vecino de Carril mientras observa, de frente, el archipiélago que guarda el bosque de laureles más importante de Europa, pero también entre las paredes de las viviendas por reconstruir vivencias de personas que vivieron, habitaron y cuidaron la isla antes de que fuese entregada a un rey que ni la pisó. Una de esas historias que pudo contar Mulet, que ahora se sienta mirando a la isla.