Arousa regresa a las aulas entre alegría y llantos con materias pendientes en varios colegios

Jornada de nervios, reencuentros y muchas emociones. Y no todas buenas. Y es que la vuelta al cole en todos los niveles educativos se vivió con mucha intensidad en todos los colegios de la Ría de Arousa. Y sí, hubo lloros de los más pequeños de la casa a las puertas de las aulas después de un verano intenso. Fueron los menos, dado que la mayoría de los niños se alegraron de volver a reencontrarse con sus compañeros de pupitre y amigos en los recreos. El primer día fue una auténtica fiesta y en colegios como el de Rubiáns el profesorado preparó una propuesta original que viene de la mano de un proyecto educativo que continuará a lo largo de todo el curso. La temática, la granja. Una aproximación al rural en un centro que está, precisamente, ubicada en una de las parroquias rurales de la capital arousana. Eso sí, Rubiáns empieza el curso con una vieja reivindicación (de momento sin solución) encima de la mesa: la readaptación de un horario escolar para facilitar la conciliación de las familias.
No son los únicos. De hecho en colegios como el de San Clemente, en Caldas, inician las aulas con menos recursos que en el curso pasado, tal y como denunciaron durante meses que pasaría. En Sanxenxo por su parte están pendientes del fin de las obras en el CEIP Portonovo. Desde el Concello señalan que previsiblemente estarán terminadas en un par de semanas, sin que ello suponga un problema para el desarrollo habitual de las clases.
En el margen norte de la Ría de Arousa el curso no empezó como muchos esperaban. Decenas de padres del colegio “O Grupo” de Ribeira acudieron a la llamada de la ANPA para participar en una concentración en protesta por la falta de un tutor en una de las aulas del tercer curso. Un caso que definen como “sen parangón” en toda la provincia y que entienden que es “deixar desamparado” al alumnado.
Por su parte en el colegio de Asados, en Rianxo, siguen con su lucha para conseguir más profesorado para el centro educativo.
Cabe recordar que las comarcas de O Salnés y Ulla-Umia iniciaron el curso con un total de 16.182 estudiantes matriculados. De ellos 12.620 alumnos son de la comarca saliniense. Por su parte en O Barbanza el número de matriculados – según los datos oficiales– es de 7.333 estudiantes.
Dentro de estas cifras Vilagarcía lidera el número de matrículas con 4.520 estudiantes y cierra la lista Pontecesures con un total de 220.
Las clases arrancaron con total normalidad en otros aspectos. Los más pequeños todavía tienen período de adaptación durante unas semanas, mientras que los más mayores mantienen el horario normal desde el primer día. Un adiós velado al verano, que siempre suele marcar su final con el regreso a las mochilas y a los libros de texto.