En pocos días Ángel Touriño mudará el reparto de cartas por la vida de jubilado. El catoirense empezó trabajando de camarero, pero acabó siendo el encargado de repartir el correo en su pueblo natal cuyo servicio depende directamente del organigrama del servicio en Vilagarcía. Touriño – que ahora está de vacaciones, pero al que le queda solo un suspiro para el descanso del trabajo– es el “cartero del rural”. De hecho fue durante décadas el encargado de llevar cartas y avisos en la zona de Catoira y de Abalo estableciendo una relación de “tú a tú” con los receptores y viendo como el entorno rural mudaba a todos los niveles.
Sus compañeros decidieron hacerle un pincho de despedida en el bar Concello, en la capital arousana, y aprovecharon en ese encuentro para recordar tiempos pasados y aventurar los que todavía están por venir.
Aunque con el aumento de las notificaciones “online” y el predominio de los correos electrónicos sobre las cartas manuscritas es un hecho a Ángel Touriño y a sus compañeros no le faltaba el trabajo. Eso sí, reconocen que el volumen de misivas ha bajado de forma considerable.
Los carteros rurales como lo ha sido Ángel todos estos años siguen conservando aquella aura de esperar por lo que llega con entregas en mano que el tiempo ha llevado a depósitos en buzón.
