Caldas plantea una modificación del PXOM para rescatar casas rectorales e impulsar la economía del rural

El patrimonio histórico de la comarca de Caldas vive entre dos realidades opuestas: el esfuerzo por rehabilitar espacios históricos y la amenaza de abandono de construcciones que, de no actuar con urgencia, pueden desaparecer de la memoria colectiva del municipio. El alcalde de Caldas, Jacobo Pérez, ha situado en el centro del debate patrimonial una medida que puede cambiar el futuro de muchos de estos espacios.Una modificación puntual del PXOM (Plan Xeral de Ordenación Municipal) para permitir que las casas rectorales abandonen su uso exclusivamente religioso y puedan destinarse a otros fines.
“O obxectivo é que teñan unha segunda vida. Sabemos que hai proxectos para a restauración dalgunha casa rectoral vinculada á actividade hoteleira, pero non nos plantexamos a compra directa porque agora mesmo os proxectos son outros. O que queremos é que deixen de estar abandoadas e poidan ter unha utilidade”, explica Pérez.
Un ejemplo es la rectoral de Saiar, cuya finca cuenta con cerca de dos hectáreas de viñedo de albariño, o la rectoral de Carracedo, donde ya existe un proyecto de particulares que podrán hacer uso del espacio gracias a una concesión del Arzobispado de Santiago para convertir el lugar en albergue de peregrinos. “Coa modificación do PXOM queremos facilitar que estes espazos teñan outros usos, e que no rural se poida crear emprego e xerar economía”, añade el alcalde. Los estudios para impulsar esta modificación ya están en marcha y según apunta el regidor, en un plazo de 8 a 10 meses podría haber avances.
La medida se suma a los proyectos ya iniciados en la villa, como la recuperación de la Fábrica da Luz, adquirida por el Concello en 2017 con el objetivo de transformarla en un museo de la memoria industrial.
Casas rectorales en la comarca
En Moraña, los vecinos también han manifestado su preocupación por la pérdida de espacios como la casa rectoral da Choza, una edificación destacada del siglo XIX en el municipio. “É posiblemente a edificación máis senlleira do século XIX en Moraña. Agora arruinada dende hai anos, non ten quen mire por ela”, explica uno de los vecinos, acercando su preocupación por este espacio.
Ante esta realidad de abandono, los vecinos se preguntan quién es el responsable de su conservación y quién puede intervenir para evitar que la edificación quede condenada al olvido.
El alcalde de Moraña, Sito Gómez, resuelve que la propiedad es responsabilidad del arzobispado de Santiago, por lo que reconoce que el Concello tiene poco margen de acción para rescatar un espacio del que no tiene poder alguno a nivel legal.
En Valga también se trató de explotar una de las cinco casas rectorales con las que cuenta el municipio, sin embargo, la propuesta se descartó ante la negativa del párroco. “Foi na casa rectoral da Igrexa de San Miguel de Valga onde se plantexou construír un albergue de peregrinos, e ese foi o máximo interese que tivo o Concello nestes espazos. Como non se levou a cabo, o albergue trasladouse a outro lugar”, explican.
Mientras que en Pontecesures la alcaldesa, Maite Tocino, aclara como en su caso la casa rectoral permanece activa y alberga la sede de Cáritas.
Recuperación de las telleiras
Volviendo al municipio valgués y a la recuperación de lugares emblemáticos, el Concello apostó también por la puesta en valor de las telleiras, pequeñas fábricas tradicionales de barro situadas en la desembocadura del Ulla.
Valga intervino en la Telleira de Padín, limpiando el entorno, reparando zonas en mal estado e instalando barandillas de madera. “Estase a traballar na recuperación de muíños, telleiras, lavadoiros, porque hai moitísimos muíños por esta zona; pero, ao seren espazos municipais, máis alá non se está a facer nada”, explican desde el Concello.
Muchas otras telleiras de la Ría de Arousa permanecen en estado de abandono e incluso han sido incluidas en la Lista Roja del Patrimonio, como es el caso de la Telleira das Rañas, o Telleira dos López, en Catoira. Allí el problema no es tanto la falta de interés, sino la titularidad privada de parte del patrimonio. “Está no horizonte pero non será algo inmediato. Para actuar ten que haber unha cesión, porque non podemos investir en algo alleo”, explicó el alcalde de Catoira, Xoán Castaño.
Estas declaraciones ponen de manifiesto una de las dificultades habituales en la recuperación patrimonial, y es que cuando los bienes no son de titularidad pública, las administraciones solo pueden actuar si existe colaboración o cesión por parte de los propietarios.
Todas estas iniciativas de recuperación demuestran que la conservación del patrimonio es posible y puede convertirse en motor económico en la comarca caldense, pero casos como la Casa Rectoral da Choza o la Telleira das Rañas recuerdan el riesgo de dejar morir bienes por la barrera de la privatización.