Un viaje yelmo
Quizás el viaje que realizó Yolanda Díaz a Bélgica, para entrevistarse con el fugado Puigdemont, tenga algún rédito negativo en su futuro político lo que aún está por ver, es como se tejerá este lío y como se le sacará brillo en un viaje sin sentido y vacío de contenido, solo con la pretensión de poner a sus pies los deseos de un prófugo de la justicia española. Esto es un grave error, por parte de la vicepresidenta segunda en funciones. Mientras el partido socialista desmiente cualquier responsabilidad en el asunto y nada tienen que ver en la decisión de la señora Díaz.
Todo se verá a corto plazo, con la fallida investidura de Feijoo y la posible de Sánchez, de respetar la Constitución del 78 con todas las consecuencias, en la que no tienen cabida la amnistía, ni la secesión de la región catalana, no es algo nuevo, hay que recordar en la historia, que ya hubo varios pasajes relativos a las mismas desde los Reyes Católicos, hasta 1640 en que propugna separarse de España al estilo de Portugal, luego en 1702, con la llegada de Felipe V, primer rey de la casa de los Borbones, en lugar de los Austrias, reinantes a ese momento y más reciente en 1931 cuando se declara la República catalana dentro del gobierno de la II Republica Española. Todo un esperpento histórico y ahí siguen en sus trece.
Habrá forma de parar esta locura de alguna manera, por supuesto, haciendo cumplir la Constitución y sus leyes, así como desarrollar la ley que acompaña al artículo 155, que sigue igual que entonces. Solo de este modo, se habrá solucionado un problema enquistado en el tiempo. Pero hace falta voluntad y decisión política para afrontarlo, separando todo aquel que no acepte el respeto a las leyes y su Constitución, de cumplirla y hacerla cumplir.
La investidura de Pedro Sánchez, como presidente, traerá consigo alguna que otra duda al respecto, pese a que éste no cesa de afirmar, que todo, se hará dentro del marco constitucional. Aunque no se ve, como puede encajar una secesión dentro del marco institucional español. Salvo que se reconozca de forma explícita, que el que violó la ley, se indique que hizo lo correcto y el Estado, estaba equivocado, actuando de una manera represiva, dando lugar a que si lo hecho echo está, lo volverán hacer en un nuevo intento, en otra ocasión.
El prófugo de la justicia española, no tiene ahora inmunidad, al haberle sido retirada por la justicia europea, si es reclamado puede ser entregado a España, algo que de momento no se hizo y por encima la Vicepresidenta segunda en funciones, se atreve ir a verle y proponerle quizás la investidura de Sánchez, bajo que condiciones. Cuando éste, debe destituirla del cargo de forma inmediata a su vuelta. ¡Hay país, país! Hay que ver, como está.