Mi cuenta

Las notificaciones están bloqueadas. ¿Cómo desbloquear?

Mi cuenta

Las notificaciones están bloqueadas. ¿Cómo desbloquear?

Los nuevos partidos que han invadido la clase política española en los últimos años, poco a poco, se van apagando en su devenir político, al carecer de una fuente fiable y capacidad de sujeción en sus estribos al galope en el que se han lanzado como hordas salvajes a la conquista de lo desconocido, sin tener una formación precisa para ello y no calibrar sus consecuencias posteriores. Sobre las propuestas necesarias que la población ciudadana requería y precisaba. Cuando el entramado político de los dos partidos mayoritarios en España, llegó a un momento de colapso parcial por sus olvidos, y luchas, personales de la propia política, que asumían en sendas mayorías, ya fuesen naturales, sacadas en las urnas o con ayuda ajena de algún partido minoritario salido de Cataluña o de tierras Vascas. Donde los partidos regionales, tienen una gran aceptación y combinan con el ganador, en una apuesta por lograr una mayoría negociada. Saliendo bien a las partes y dejando al oponente en la oposición.

Así ante el temor al fracaso de ambas formaciones políticas, dio paso al nacimiento de múltiples partidillos políticos a partir del 2015, en las cuales su encendido catálogo de propuestas, en un discurso sencillo y refinado, daría paso a que sus componentes, lograsen el mayor éxito de la historia política para sus representantes, que accedían por vez primera al Parlamento español y ahí comenzó el cambio de la política, mudando a un populismo sin recorrido, que fue el inicio del propio fracaso, de dichas formaciones presentadas en el apogeo de su incandescencia por el fugaz ascenso popular y mediático, del que pronto quedaron retratados aquellos nuevos aficionados políticos en el ruedo y sin miedo a enfrentarse al gran fracaso que vino después.

De modo que en el 2019, cambió la situación y los españoles, viendo venir las orejas al lobo, deciden apostar de nuevo por dar una segunda oportunidad a los dos grandes partidos y dejar de lado a los nuevos, los que en su particular singladura, presentaban muchas dudas y desconfianza entre los electores españoles, dándoles la espalda y acusando aquellos el gran temor al fracaso. Aunque las luchas intestinas de los socialistas, propició que luego Sánchez, ahondara más el bucle y al hurgar en la herida causada por la política llevada a cabo tras aquel año, ahora hay un gran temor al fracaso por parte de estos, debido a la larga campaña de mutuo acuerdo en gobernar con los grupos radicales, que van perdiendo apoyos ciudadanos, se ha visto en las municipales y autonómicas. Sánchez teme no lograr unos buenos resultados para su partido y está sumamente preocupado y el adelanto electoral, es como consecuencia del temor a un gran fracaso, lo mismo que al resto de los partidos que han estado gobernando como socios en su gestión. La línea entre el fracaso y el éxito es muy fina.