Plan de incendios y desarrollo rural
El futuro de Galicia depende de nuestro inmenso rural en peligro de extinción, ya hay más de 2.000 aldeas abandonadas y va a más.La gente se marcha por falta de apoyo de las administraciones públicas porque sus dirigentes están preocupados por hacer obras faraónicas más que por prevenir los incendios. Gastar recursos en aviones y helicópteros sin resultados no sirve de nada. Vemos como la descarga de agua sobre las llamas bajan un poquito y al dar la vuelta vuelven a subir; y si a esto añadimos que no pueden actuar de noche, tiempo suficiente para quemar casi todo. Hay estudios que dicen que gastando un euro en prevención, se ahorrarían diez. Según los datos publicados en el Correo Gallego el 22/08/2925 del profesor y científico Francisco Peña, “Galicia verde, es bosque de la región forestal clave en Europa, más de 2 millones de hectáreas de uso forestal (70% arbolado), es la primera potencia de España y la 9ª a nivel europeo en producción, (9,8 millones de m3/2023, siendo la principal región de España y una de las más relevantes de Europa. El sector forestal gallego del rural facturó más de 2.400 millones euros en 2023, siendo el monte gallego el pilar económico de miles de familias que dependen de sus recursos. Destacar que se producen 20.000 tm/año de castañas, primera en España, 3.000 tm/año de miel, 200.000 colmenas, Galicia es la 3ª en explotaciones apícolas, cogumelos, pastos y frutos del bosque , plantas medicinales”.Todo esto se viene abajo por una mala política del rural. Cargarse el medio ambiente es cargarse el futuro de Galicia. Propongo:
1) Hacer un plan forestal ordenando las plantaciones para poder limpiar con máquinas entre las filas de los árboles.
2) Que se hagan cortafuegos y mantenerlos limpios e, incluso, que se instalen aspersores para humedecer franjas que protejan de zonas de arbolado en los días críticos de sequía.
3) Que se invierta en nuevas tecnologías para vigilar los incendios, situados en sitios estratégicos para verlos desde el inicio con medios terrestres cercanos para sofocarlos desde el principio, después es tarde como pudimos comprobar durante estos 40 años. Desde un satélite se puede fotografiar una mosca y no se entiende como no se hace lo mismo con los pirómanos.
4) Que el equipo de apaga incendios sea público y no privado y el coste de aviones y helicópteros se invierta en limpiar la maleza todo el año y plantar árboles autóctonos más productivos que los eucaliptos muy abrasivos. Son los gobiernos gallegos los responsables de conservar y planificar el futuro, la riqueza de nuestro territorio, montes, ríos y mar, principal riqueza de nuestra tierra. No estar al albur de especuladores que dirijan nuestro gobiernos gallegos como títeres.
5) Que se instalen plantas de biomasa para poner en valor los subproductos forestales para crear energía eléctrica y de paso cumplir la ley sobre desechos verdes.
6) Que enseñe en las escuelas valores medioambientales necesarios para la calidad de vida y recuperar aldeas abandonadas para fijar población en el rural subvencionando a la juventud para restauras viviendas. Así creamos una cultura de aprecio al valor del monte, ríos, y mar. Tenemos las montañas y laderas de Galicia cada vez más calvas.
Si ponemos estas propuestas en práctica acabaremos con los incendios, con los pirómanos y con todas las sospechas que haya detrás de este tinglado de los interminables incendios. Puedo demostrar, in situ, que una vez limpio el matorral no vuelve a crecer debajo de los árboles. El fuego empieza por la maleza, sigue en las ramas de los árboles aumentando la capacidad de combustión, por eso hay que podarlas hasta lo más alto. Evitando los incendios, aumentaremos la producción de madera y la economía del campo gallego necesario para desempleados, al tiempo que nos beneficiamos de mejor medioambiente, para la salud de hoy y de las futuras generaciones.