El “vaivén” en el orden del día del pleno deja a la oposición de Ribadumia sin explicaciones sobre la pérdida de las ayudas

Finalmente el Pleno de Ribadumia no habló ayer de la pérdida de 500.000 euros en ayudas provinciales para mejorar la seguridad vial en el entorno del Becerra Malvar y el campo de fútbol. La oposición había forzado la sesión dictando un orden del día de cuatro puntos donde exigían detalles del proyecto y explicaciones al alcalde, pero David Castro la modificó de manera “unilateral”: primero añadiendo otros asuntos y reunificando todas sus preguntas en una y subdividiéndolas después en una segunda y final versión. En resumidas cuentas, “este non é o noso pleno”, explicaban PP, PSOE y Somos al término de la sesión haciendo mención a la clara legislación en estos casos: no se pueden hacer cambios sin el consentimiento expreso de los solicitantes. De hecho, antes del inicio pidieron la retirada de sus puntos y el “suyo” debe convocarse para dentro de 15 días. Se quedaron igualmente, pero se levantaron antes de debatir el último punto, sobre la remisión de las cuentas municipales al Consello de Contas, denunciando, una vez más, que no les habían pasado la documentación.
Para los opositores, el Ejecutivo de Castro sigue una estrategia para evitar dar explicaciones ya desde el verano, cuando se conoció la pérdida de fondos del ReacPon, y ayer “colou” otros temas para “camuflar, desvirtuar e ocultar” lo realmente importante: la pérdida de las ayudas de la Diputación, que están en vías de reclamación por parte del Concello.
Por ahorrar dinero a las arcas
Por su parte, el regidor justificó que unificaron todas sus preguntas porque “trátase do mesmo tema” y si incluyó otros asuntos fue porque eran “urxentes” –como modificar las bases para la elección de las homenajeadas por el 8M– y así se ahorraban otro pleno extraordinario y, por ende, las dietas de asistencia. “Demagoxia” para el portavoz socialista, Pepe González Lede.
Castro aseguró que no tienen nada que ocultar, son “serios e transparentes” y que incluso habían acudido “preparados”, llevando a la sesión al asesor jurídico y al técnico redactor. Es más, les acusó de mentir y aseguró que le gustaría “dar explicacións persoalmente para que “non quede dúbida tanto para a oposición como para os veciños porque estánse terxiversando as cousas e son máis sinxelas do que parece”. Y es que ya avanzó que probablemente no pueda acudir al próximo pleno porque tiene un viaje organizado, aunque “mirarei de cambiar algún voo”.
Sin embargo, González, y el edil de Somos, Enrique Oubiña, consideran que el alcalde “quere darse á fuga”. “Esa é a súa intención real”, añadía el socialista. Además, tanto ellos como el portavoz del PP, Martín Vázquez, creen que puede “aforrarse os técnicos” porque “as nosas dúbidas son pola xestión política”.
Hace ya meses que el Concello perdió esas subvenciones, pero la oposición pudo ratificar todas sus sospechas y confirmar algunos aspectos en enero y se unió para pedir un pleno. El propio Castro señaló que es el foro adecuado y les culpó a ellos de no debatirlo.
Preguntada la oposición si podía haber dejado pasar el mandato legal y así obtener las tan demandas respuestas, respondieron que como representantes de la ciudadanía “respectamos o estrito cumprimento da legalidade”. Pero es que además creen que el regidor es perfectamente conocedor de la ley y esto ha sido parte de esa estrategia de ocultación que denuncian. El popular añadió también que al ser solicitantes del pleno les amparaban otros derechos como llevar la voz cantante en las intervenciones: “A última palabra a teriamos nós, o alcalde non tería dereito a réplica e non sería un mitin seu, que é o que acostuma a facer e nunca a dar información”.
Las relaciones son tensas desde hace tiempo. No es la primera vez que PP, PSOE y Somos se unen para acusar al gobierno de ocultarle información y, de hecho, el regidor les llamó “tripartito”, algo que no les molesta y hasta reciben con “orgullo” porque “o único que queremos é o ben de Ribadumia”, añadió el popular. Aunque para Somos también es una “falta de respecto” a sus respectivos votantes.
En la sesión hubo reproches de una y otra parte y lo más tenso lo protagonizó Oubiña cuando el regidor le negó un turno de réplica por alusiones y le cortó en varias ocasiones argumentando que se estaba desviando del asunto a debatir (el edil aprovechaba para introducir quejas relacionadas sobre la gestión municipal). Desde la bancada del gobierno se llegó a escuchar: “Está provocando para marchar”.