Os Pasales de Dena acogieron ayer una de las fiestas en honor a San Cristóbal más especiales de los últimos tiempos. Y es que la festividad cumplía 60 años de vida, que no es poco. Solo la pandemia impidió tener un par de ediciones. Para conmemorar este aniversario de cifra redonda, la comisión creó unas pañoletas exclusivas y este año, circuló un tren turístico para el que quisiera participar en la procesión, pero no en su vehículo.
Los participantes en la caravana se esmeraron para intentar llevarse alguno de los tres premios habilitados por la organización para los mejores engalanados. Algunos no escatimaron en esfuerzos, realizando grandes montajes de personajes emblemáticos como el divertido Mr. Bean, con su mítico coche mini amarillo. Turismos, tractores, motos y camiones, entre ellos los de la flota de la empresa Carabel, se sumaron al desfile que recorrió los lugares de costumbre.
Cabe recordar que había un primero de 200 euros y el trofeo 60 San Cristóbal de Ouro (donado por el Concello de Meaño), el segundo será de 100 y un trofeo de parte de Excavaciones Carabel y el tercero estará dotado con 50 euros y trofeo aportado por la Diputación de Pontevedra.
En esta edición tampoco faltó una de las tradiciones de la fiesta en honor a San Cristóbal de Dena: las sardinas y chorizos asados acompañados de pan de millo y chorizo. La comisión se empleó a fondo en las brasas para que los asistentes disfrutaran del sencillo pero delicioso manjar.
Los actos litúrgicos dieron el pistoletazo de salida a la jornada, como la misa de campo que se realizó bajo una carpa, instalada por si las lluvias hacían acto de presencia. Y por la noche, Acirema y Foliada amenizaron la verbena de esta nueva edición de unas fiesta más emblemáticas de O Salnés.
