
Después de varias semanas sin que se detectasen destrozos en el mobiliario urbano del casco urbano de Ribeira, la ciudad amaneció con algunas muestras de vandalismo. Además de algún que otro espejo retrovisor roto en vehículos, lo más llamativo resultó que una de la macetas gigantes y pesadas que fueron instaladas como adornos en el tramo peatonal de la Rúa de Galicia, delante de una carnicería que está situada en las inmediaciones del mercado municipal. De igual modo, algunos de los árboles ornamentales aparecieron trozados por la parte inferior de su tallo o en aalguna de sus ramas.