Una más que saludable Andaina 50K de Ribeira atrae a 286 personas procedentes de toda Galicia y de Portugal

De las 300 personas inscritas en la XXI Andaina 50K de Ribeira, que se desarrolló ayer por diferentes y espectaculares parajes de la capital barbanzana, se dieron cita 286 -procedentes de buena parte de la geografía gallega y también de Portugal- para tomar la salida en el complejo polideportivo de A Fieiteira, dos de las cuales, vecinos de Porto do Son, lo hicieron en el segundo bucle -20 kilómetros-, debido a que por otros compromisos no pudieron estar a primera hora del día junto al resto de participantes.
Fueron un total de 268 los participantes que remataron la actividad, de los cuales 182 recorrieron la distancia completa de los 50 kilómetros y los otros 86 decidieron parar al final del primer bucle, de 30 kilómetros. Los pocos que no acabaron fue porque se retiraron durante el recorrido al no poder completarlo, pero también hubo dos chicas que no pudieron seguir debido a que una de ellas se lesionó y la otra decidió abandona porque era su acompañante y no quiso continuar el reto en solitario.
El primer bucle de 30 kilómetros, para que se pudieran retirar quienes no quisieron recorrer la distancia completa, discurrió por el parque de San Roque, mirador de Pedra da Ra, Castro da Cidá, sendero del río Arlés, Dolmen de Axeitos, Monte Tahume, Olveira, Bretal, Dunas de Corrubedo, Muiños de Amendo, Laxes y A Fieiteira, y los 20 kilómetros restantes discurrieron por Fondevila, el paseo marítimo de Coroso, Gandarela, Congostra de Subagriño, Petroglifo de Pedra das Cabras, Monte de San Alberto y parque de San Roque hasta el pabellón polideportivo de A Fieiteira, donde estuvo la meta.
Aunque desde su primera edición la prueba no es competitiva, ni tampoco hay clasificación, y sólo se entrega un diploma por participar, la caminata tuvo en el boirense Xosé Ríos y el sonense José Pouso, de 65 y 66 años, respectivamente, que llegaron casi de la mano e invirtieron el menor tiempo posible, acabando los 50 kilómetros en 7 horas, el mismo tiempo que marcó el pobrense Víctor González Horta, pero en su caso lo hizo corriendo y su distancia al final fue de 60,5 kilómetros, pues no podía pasar por los controles antes de tiempo y para no parar siguió dando zancadas por el entorno de cada uno.
Las primeras declaraciones de Xosé Ríos, del Internacional Treckers Barbanza Sar (ITBS), al acabar el recorrido fueron para describir esta andaina como “a mellor pastilla para o colesterol, ácido úrico, a tensión, azucre... e o mellor tratamento psicolóxico”. Un minuto después lo hizo el noiés Julio Bustelo, del club de trail Agrodosouto.com, que hace dos años fue el que precisó de menos tiempo para completar los 50K.



