La Cofradía de Pescadores gestiona con Portos de Galicia una concesión para utilizar el varadero de Ribeira

La Cofradía de Pescadores San Pedro de Ribeira está gestionando desde el pasado verano con Portos de Galicia la posibilidad de hacerse cargo de la concesión del varadero. Fue en una visita realizada en esa época a la capital barbanzana por parte de la presidenta del ente autonómico, Susana Lenguas, cuando surgieron las conversaciones y el patrón mayor, José Antonio Pérez, planteó la posibilidad de instalar un transportador “travelift” para sacar las embarcaciones del agua. Pero, la máxima responsable de Portos le indicó que, por las condiciones de la rampa de varada, la mejor opción era un polipasto sublift, como el que ya tiene el náutico de Cabo de Cruz y del que indicó que funciona muy bien.

José Antonio Pérez, que confirmó que desde el pósito están en conversaciones con Portos de Galicia, indicó que el puerto de Riibeira “é o único de Galicia que non conta con ese sistema tipo carro, por lo que subraya que se hace muy necesaria la recuperación del varadero para poder sacar las embarcaciones del agua y ponerlas en tierra firme con la finalidad de proceder a su revisión, reparación o pintado, entre otras actuaciones, sin tener que depender de otras entidades, como el club náutico de la localidad.

El patrón mayor también indicó que para hacerse cargo de la concesión del varadero será necesario que desde el ente autonómico se acometan varias mejoras y reparación de deficiencias en la rampa, para corregir posibles desniveles y otros problemas que pueda presentar dicha estructura. Desde la entidad portuaria, que muestra una buena disponibilidad a la petición del pósito ribeirense, indicaron que deberá ser la Cofradía de Pescadores la que asuma el coste de la instalación del sistema que se elija para sacar los barcos del agua.

Tanto Portos de Galicia como la Cofradía de Pescadores de Ribeira detallaron que una vez que se haga efectiva la concesión del varadero se procederá a su cierre, con lo que ya no podrán acceder de ninguna manera los vehículos para aparcar -actualmente ya hay señales que lo prohiben, pero los conductores hacen caso omiso-, con lo que indirectamente se le pondrá remedio al problema a las reiteradas situaciones en que los coches quedan rodeados de agua cuando sube la marea.