La ceremonia de las bengalas y la cantata de “A Rianxeira” de las Festas da Guadalupe atraen a 25.000 personas a Rianxo

La traca final de las Festas da Virxe de Guadalupe en Rianxo, con la ceremonia de las bengalas y la cantata de “A Rianxeira”, contó con la afluencia de unas 25.000 personas. Aunque es una cifra que siempre resulta difícil de determinar a ciencia cierta, así lo indican las estimaciones que hacen desde la Policía Local, que estuvo al frente de un amplio dispositivo de seguridad que funcionó a la perfección y que se saldó sin que se registrasen incidencias reseñables. Para ello tuvieron en cuenta que la Praza Castelao, Campo de Arriba y sus alrededores, que fueron el punto neurálgico de ese evento multitudinario estuvieron repletos de gente. A mayores, estuvieron completos todos los aparcamientos que se habilitaron con un total de 5.000 plazas  para este y otros eventos incluidos en la programación de esta celebración popular en los que se registran grandes aglomeraciones.

Muchas de esas personas se empezaron a marchar de regreso para sus casas al rematar el evento, en torno a las dos y media de la madrugada de ayer, aunque a partir de ese momento se registraron largas colas para salir del casco urbano de la villa rianxeira. Más suerte tuvieron, pues no soportaron los atascos, quienes se marcharon una vez que el presidente de la comisión de fiestas y de la asociación A Moreniña, Carlos Ces, gritó “¡Viva Rianxo!, ¡Viva a Virxe de Guadalupe!”. Otros, la mayoría jóvenes, se quedaron en el campo de la fiesta en el que desde la diez de la noche se alternaron para amenizar la verbena las orquestas Mar de Arousa, Ritmo Xoven y Saudade, que le dieron mucho ambiente a una noche que se hizo larga, ya que muchos la estiraron todo lo que pudieron hasta más allá del amanecer, pese a que la lluvia volvió a hacer acto de presencia.

Carlos Ces agradeció Que hubiera cuatro personas que, respondieron a la llamada que hizo el año pasado y que volvió a repetir esta vez, para que se animasen y sumasen a la comisión de fiestas de A Guadalupe, sobre todo después de haber sufrido media decena de bajas entre sus componentes. Y, después de que no faltase el tradicional “¡que bote Xixí!”, el presidente de A Moreniña transmitió a los presentes un mensaje del propio Ramón Iglesias de que, después de que el pasado domingo no pudo salir en procesión la imagen de la Virxe de Guadalupe, se programó otra para el 25 de septiembre, y que saldrá de la capilla dedicada a A Moreniña, en la que a las 20.00 se oficiará una misa, en la que habrá un recuerdo especial para el escultor alemán que elaboró la escultura que se exhibe en Quenxo y que falleció hace dos meses, y se pedirá por su colaborador de Taragoña, que está enfermo. La procesión discurrirá por el Paseo da Ribeira, subirá por el callejón hacia la Rúa do Medio y regresará al punto de partida.