El Vilagarcía Tenis de Mesa regresa a División de Honor al adquirir la plaza del Club de Mar de Coruña, por lo que compartirá liga con el Concello de Cambados Tenis de Mesa, al que recibirá en la primera jornada en el derbi el 27 de septiembre. El club de la capital arousana militó la pasada temporada en Primera Nacional, con una joven formación que no pudo mantener la categoría a nivel clasificatorio. Si bien, en el tramo final de la temporada ya estaba cerrado el acuerdo con el club coruñés para la cesión de sus derechos deportivos en División de Honor, gracias a la buena relación que existe entre ambos clubes desde hace muchos años.
En su regreso vía despachos a la categoría nacional, los liceístas contarán con un equipo formado por los canteranos Pedro y Pablo Castro, por el cambadés afincado en Vilagarcía Fer Padín y por el nigeriano Kazeem Keke Fagbohun, que reside en Oporto. En el caso de Padín, llevaba varios meses entrenando con los vilagarcianos, por lo que está familiarizado e integrado en el club. Pedro será otro de los jugadores importantes, ya con experiencia en la categoría, si bien está en pleno proceso de recuperación de una lesión de espalda. Pablo, de 19 años, completa un equipo del que se espera un buen rendimiento de Kazeem Keke Fagbohun, que sólo disputará determinados encuentros con la entidad a lo largo de la temporada.
Matías Albornoz al Cambados TM
El calendario ha querido que el estreno del Vilagarcía TM sea ante sus vecinos de Cambados, que han vuelto a configurar un equipo de garantías para consolidarse en la categoría. Continúan el sempiterno Sergey Nigeruk y Santy Otero, mientras que llega el chileno Matías Albornoz, un jugador de talento y amplia experiencia internacional. De hecho destacó desde muy joven, formando parte de las selecciones sub 15 y sub 18 de su país. En 2017 dio el salto a Europa, jugando en Alemania y posteriormente en España. El pasado año jugó en Rivas, donde tuvo un destacado porcentaje de triunfos. El Cambados Tenis de Mesa tuvo un gran rendimiento la pasada campaña en la categoría, clasificándose incluso para la fase de ascenso a Superdivisión, a la que renunció. Este año tratará de salvarse sin pasar apuros, mientras los vilagarcianos son conscientes de que les tocará sufrir y pelear mucho para mantenerse.
