El Arosa visita mañana al Gran Peña a las 18.15 horas en el Municipal de Barreiro, uno de los mejores escenarios de la categoría. Y lo hace con la ambición de lograr su primera victoria a domicilio para consolidar un buen arranque liguero. “Creo que trabajamos muy bien durante toda la semana, intentando corregir errores que cometimos en el partido anterior”, dijo ayer en sala de prensa José Manuel Leobalde, “Chema”, el portero santiagués que llegó este verano a Vilagarcía procedente del Noia.
“El Gran Peña es un equipo que mezcla gente joven y veteranos como Antón de Vicente y Gastón Cellerino. Nos van a poner las cosas complicadas”. Si algo le sobra también a Chema es experiencia. Ha jugado más de 160 partidos en Tercera en las filas del Laracha, cuando era el segundo filial del Deportivo, Palencia, Arzúa, Noia y Racing de Ferrol, con el que ascendió a Segunda B. “Yo ya viví un poco de todo. No tengo ninguna presión, pero sí mucha ilusión”.
El técnico Gonza Fernández ha incidido mucho en la importancia de la calidad y la exigencia del trabajo en el día a día, algo con lo que concuerda el compostelano, que fue el tercer guardameta que menos goles encajó el pasado año en la categoría, tan solo 31, por los 46 que le hicieron al Arosa. “Voy a intentar que el equipo reciba los menos goles posibles, de lo que haya pasado el año pasado no puedo entrar a valorar”.
La solvencia defensiva es clave para un equipo que quiera ganar muchos partidos y estar en la parte alta de la tabla. Chema, que en su última campaña con el Noia echó el candado a su portería en quince ocasiones, explica que “cuantos menos goles encajes, más posibilidades tienes de estar arriba”, recordando que el campeón del año pasado, la UD Ourense, sólo recibió veinte. “Eso es una barbaridad. La estabilidad defensiva, no encajar y que los rivales no generen es importante. Pero lógicamente depende de todo el equipo”. En ese sentido el guardameta habló de “estar bien colocados cuando se produce alguna pérdida, hacer vigilancias defensivas o cortar la acción con una falta”. Y es que el Arosa es un equipo con un potencial tremendo en ataque y quiere ser fiable también cuando el rival se acerque a su área.
El equipo de A Lomba también quiere dominar diferentes registros y ser camaleónico. “Creo que tenemos que adaptarnos a cada partido y a cada rival, que también juega”. Mañana le espera un campo de hierba natural y amplio, donde el equipo no estará solo. “Es un placer que se desplace gente y sentirnos locales en cada campo al que vayamos”, dijo el guardameta, que también habló de la charla informativa que recibieron los jugadores y técnicos arlequinados esta semana por parte del Comité Técnico de Árbitros a través del colegiado Álvaro Juncal (Primera RFEF). “Sirvió como un reciclaje de normas y también se explicó alguna cosa que cambió como lo de retener el balón con las manos durante ocho segundos por parte del portero”, acción que se sancionará con un córner en contra.
