
Por primera vez en los últimos años el Arosa juega en A Lomba en horario matinal. A las 12 horas recibe hoy al Unión Ceares, colista de Segunda RFEF ya virtualmente descendido. Es un partido que tiene marcado en rojo en el calendario el arosismo. La gran oportunidad de romper la sequía de victorias, que se alarga ya a seis jornadas.
El Arosa necesita ganar y por lo demostrado en Langreo la pasada semana está en disposición de hacerlo. A la líneo de juego que mostró el equipo en Asturias se aferra Jorge Otero. Quiere darle continuidad a la propuesta. El Ceares perdió 13 de sus 14 partidos como visitante, donde lejos de atrincherarse en su área intenta combinar y ser protagonista.
El Arosa recuperó también en Langreo la comunión con su afición, tras el fiasco de la última derrota en casa ante el Palencia. Y los seguidores quiere jugar un papel importante también esta mañana, llevando en volandas al equipo desde el primer minuto. Se presume algún cambio en la alineación respecto al último duelo. Alberto Martín sigue siendo baja, por lo que está por ver si tendrá continuidad Sidibé y qué posición ocupará Pedro García. Otero es consciente de que su equipo necesita darle amplitud al juego y mover el balón con rapidez.
El entrenador del Ceares, equipo que llegó ayer a Vilagarcía, no quiere que el Arosa transicione rápido. La forma en la que encajó varios goles en el partido de ida el equipo gijonés (1-4).
Es un partido para reafirmar sensaciones y sobre todo para sumar de 3. El Arosa es favorito y tiene la presión de ganar. Tendrá que manejar este aspecto mental, sobre todo si las cosas se le complican o no es capaz de cerrar el partido. El primer requisito para seguir en Segunda RFEF pasa por ganar hoy, previo paso a encarar el duelo de la próxima semana en Salamanca.