El grave incendio ocurrido en la nave de Impex, en Rubiáns, de la que todavía sale humo, ha pasado de generar alarma social por su cercanía a las casas y a una gasolinera a una ola de solidaridad con los empresarios que han perdido un pilar de su economía. Desde políticos a emprendedores y multitud de particulares han mostrado su apoyo a unas personas que devuelven buena parte de sus ganancias a la sociedad civil a base de patrocinios deportivos, culturales y de todo tipo.
