El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha llegado más tarde que los reyes a la plaza de Lima, en contra de lo que marca el protocolo, y ha sido objeto de abucheos, insultos y gritos de dimisión por parte de los asistentes al desfile del Día Nacional. El coche de los reyes ha llegado minutos después de las 11.00 horas a la zona donde está instalada la tribuna y unos segundos después lo ha hecho el vehículo de Sánchez, un intervalo de tiempo durante el cual se ha podido escuchar claramente como alguien del personal de Casa Real decía: “No abráis la puerta que el presidente no está”. Todo esto bajo la atenta mirada del público asistente a los actos del desfile, lo que provocó una cadena de abucheos y pitos hacia el presidente y también hacia algunos de los componentes del Gobierno que lo acompañaban. Sin duda, al margen de su baja popularidad, lo cierto es que los servicios de La Moncloa volvieron a fallar en cuestiones tan sencillas como las protocolarias.
