El fútbol es, con diferencia, el deporte más practicado en Vilagarcía. Cientos de niños entrenan a diario y juegan los fines de semana en unas saturadas instalaciones deportivas que siempre son insuficientes ante la elevada demanda. Tanto uso deriva en deterioro. Pura lógica. Como también lo sería cambiar el césped artificial cuando este supone ya un peligro para la integridad física de los deportistas. Uno de estos campos es el Manuel Jiménez, que ha provocado ya, según los técnicos del Arosa, el club de referencia no solo en Vilagarcía sino en las comarcas arousanas, quince lesiones graves en los últimos tiempos. Urge, pues, una reunión entre los responsables de la Fundación de Deportes y de los clubes para analizar la situación y renovar el terreno si es preciso. Es cuestión de salud.
